Italia está preparada para intervenir "con todos los medios posibles" para evacuar a los 11 tripulantes del remolcador de altura italiano Asso 22 que se encuentra desde el sábado retenido en el puerto de Trípol por parte de un grupo de hombres armados. El Gobierno de Silvio Berlusconi no descarta que se trate de un secuestro. La tripulación del remolcador la forman ocho ciudadanos italianos, dos indios y un ucraniano. "Lo tenemos todo dispuesto para proceder a la evacuación del personal con todos los medios posibles", ha anunciado este domingo el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, que ha reconocido que se trata de una "operación delicada" sobre la que Defensa y Asuntos Exteriores están muy pendientes. Mientras La Russa ha evitado utilizar el término secuestro, el ministro de Exteriores, Franco Frattini, no ha excluido esta posibilidad. "No sabemos cúales son las intenciones" de los hombres armados, "pero no podemos descartar que se trate de un secuestro", ha apuntado Frattini. Los hechos ocurrieron el sábado hacia el mediodía, poco antes del ataque de los aviones franceses contra las posiciones de Muamar Gadafi. El remolcador estaba a punto de desembarcar en el puerto de Trípoli a un grupo de trabajadores libios de la compañía petrolera libia NOC, según fuentes citadas por la agencia italiana Ansa, cuando varios hombres armados, uno de los cuales se presentó como el comandante del puerto, les ordenaron parar la operación, retuvieron a la tripulación y les impidieron regresar a Italia. El barco, de 75 metros pertenece a la sociedad Augusta Offshore, con base en Nápoles y especializada en los servicios de asistencia a plataformas petrolíferas y a las actividades de exploración y producción.