Libia ha decretado un alto el fuego en el país ante el inminente ataque de las fuerzas de la ONU. El ministro de Asuntos Exteriores, Moussa Koussa, ha justificado la medida para "proteger a los civiles y a los extranjeros residentes en Libia".

Relacionadas

En un comunicado leído en directo, el ministro ha asegurado que su país tiene "gran interés en proteger a todos los civiles, en ofrecerles toda la ayuda humanitaria necesaria y en respetar todos los Derechos Humanos". Asimismo, expresa su acatamiento al Derecho Internacional y las normas humanitarias internacionales y su compromisos de proteger "a todos los extranjeros en Libia y a proteger sus bienes". "Al hacerlo así, Libia actúa en consonancia con las resoluciones del Consejo de Seguridad y con los artículos de la Carta de Naciones Unidas", agregó.

"Teniendo en consideración que Libia es miembro de pleno derecho de la ONU, acatamos que estamos obligados a aceptar las resoluciones del Consejo de Seguridad", explicó el ministro. "Por tanto, Libia ha decidido un inmediato alto el fuego y la interrupción de todas las operaciones militares", concluyó.

Tras un discurso incendiario

La medida llega poco después de que Muamar el Gadafi prometiera "el infierno" a quienes se atrevan a atacar a Libia. Este viernes, las tropas leales al régimen han bombardeado este viernes con armas pesadas la ciudad de Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli y la tercera ciudad del país, en manos de los rebeldes.

En una entrevista en la televisión pública portuguesa RTP, el líder libio ha amenazado con "transformar en un infierno la vida" de aquellos países que decidan intervenir en Libia. "Si el mundo se vuelve loco, nosotros también. Transformaremos su vida en un infierno", dijo Gadafi poco antes de conocer la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de autorizar el uso de la fuerza en el país norteafricano.

Un portavoz de los insurgentes ha señalado que durante toda la pasada noche las tropas de Gadafi han utilizado armamento pesado para atacar a la ciudad. Los ataques se han centrado en las posiciones rebaldes en las carreteras que conducen a la ciudad desde el oeste y el suroeste. "Decenas de bombas de todo tipo han caído sobre Misrata desde anoche", ha explicado el portavoz rebelde Sadun al Misraty a la cadena Al Yazira. Al Misraty ha asegurado que hay muchos muertos, aunque no ha podido precisar la cifra.

Según la cadena de televisión Al Arabiya, que ha citado fuentes médicas, al menos cuatro personas han muerto y unas 70 han resultado heridas en los bombardeos.

Escudos humanos

"Hay al menos 25 tanques y numerosos blindados y transportes de tropas en los alrededores de Misrata", ha señalado Al Misraty, miembro del comité informativo del Consejo Nacional Transitorio (CNT). El dirigente rebelde ha pronosticado que las tropas de Gadafi intentarán "invadir" Misrata y las ciudades bajo control rebelde "lo más rápidamente posible para instalarse en los centros de las urbes y tomar como escudos humanos a sus habitantes y evitar así bombardeos aéreos" de tropas extranjeras tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la exclusión aérea.

El jueves, Misrata fue objeto de informaciones contradictorias ya que mientras el régimen aseguraba que había reconquistado la ciudad, los rebeldes insistían en que todavía controlaban su feudo.

Por otra parte, el régimen ha cerrado su espacio aéreo a todo tipo de vuelos hasta nueva orden, según ha informado la agencia europa de control aéreo, Eurocontrol. "Trípoli no autoriza más vuelos hasta nueva orden", ha asegurado Europol. La decisión se produce después de que el Consejo de Seguridad de la ONU autorizara la creación de un espacio de exclusión aérea para evitar los bombardeos sobre la población civil.