El inesperado contrataque rebelde en el puerto de Brega, en la noche del domingo al lunes, de haber tenido el éxito que le atribuyen los mandos revolucionarios, puede haber mostrado vulnerabilidades en la táctica de la tropas del coronel Muamar el Gadafi y obstaculizar, además, su avance sobre la estratégica ciudad de Ajdabiya.

Desde esta urbe de más de 100.000 habitantes, sobre la que cayeron al menos cuatro obuses en la mañana de ayer, con un saldo de cinco heridos, parten las dos carreteras más importantes del este del país, una hacia el norte, 160 kilómetros hasta Bengasi --el centro político de la revolución--, y la otra hacia el noreste, hasta Tobruk, la población más cercana a la frontera con Egipto. "Es una ciudad vital y la defenderemos", dijo el general rebelde Mohamed Fatah Younis.

Los opositores que lanzaron la operación sorpresa contra Brega, una población de la que fueron expulsados tan solo unas horas antes, avanzaron en la oscuridad aprovechando que el Ejército gadafista barre los grupos y posiciones rebeldes con bombardeos durante el día, forzándolos a abandonar zonas que la infantería gubernamental ocupa durante la noche.

Según la versión de sus mandos, los revolucionarios avanzaron por la noche hacia Brega y sorprendieron a los soldados enemigos, infligiéndoles más de 20 bajas y tomando a 65 prisioneros. "Parecían verdaderamente sorprendidos de que estuviéramos ahí", dijo a este enviado Abdulrajman Turyani, un combatiente bengasí que regresaba ayer por la tarde. "Y creo que no

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