El presidente egipcio Hosni Mubarak y su familia dejaron ayer El Cairo y se trasladaron a la localidad turística de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo, donde posee una residencia en la que ha organizado numerosos encuentros internacionales. Allí, el derrocado rais pasaba largas temporadas y recibía a sus huéspedes, convirtiéndose el lugar en una especie de Camp David particular.

Mubarak viajó a Sharm el Sheij a bordo de un helicóptero militar que despegó de El Cairo poco antes de las oraciones del mediodía. Según el diario gubernamental Al Ahram citando fuentes cercanas a las Fuerzas Armadas, Mubarak se mantuvo en una base militar las últimas 48 horas para garantizar su seguridad.

Al llegar a Sharm el Sheij, el faraón se encontró con la noticia de que Suiza decidió ayer mismo bloquear con efecto inmediato los posibles fondos que él y su familia tengan en bancos suizos. Conviene recordar que Mubarak es considerado como uno de los hombres más ricos.

Situada en el extremo sur de la península del Sinaí, Sharm el Sheij se halla rodeada de montañas y tiene tres colores dominantes: el azul del mar, el ocre de las montañas y el blanco de las casas y los hoteles. Surgida de la nada hace dos decenios, ha acogido en los últimos años numerosas cumbres sobre la paz en Oriente Próximo. Como en el resto del Sinaí, Sharm el Sheij fue devuelto en 1982 a Egipto por Israel tras la firma de los acuerdos de Camp David en 1979. En el 2002, la Unesco le atribuyó el título de ciudad de la paz, junto a otras cuatro ciudades del mundo.

Con el transcurso de los años, Sharm el Sheij se convirtió en una meca para los amantes del submarinismo y un lugar de descanso invernal para turistas europeos. Cada noche, la ciudad vibra al son de la música disco.