"Estamos todos sanos y con hambre", dijeron hoy en su primera comunicación telefónica con la superficie los 33 mineros atrapados en un yacimiento del norte de Chile.

Los obreros, que llevan bajo tierra desde el pasado 5 de agosto, pidieron comida y también oxígeno, porque según dijo André Sougarret, jefe del equipo de rescate, "ése es un tema que les ha complicado". Además de agua, medicinas y alimento líquido, los socorristas han empezado a mandarles oxígeno empleando unos cilindros que hacen descender hasta el refugio donde están los mineros, utilizando el conducto de la sonda que ayer les encontró sanos y salvos.