No es fácil reconstruir el asalto a las seis embarcaciones de la flotilla de solidaridad con Gaza interceptada en el Mediterráneo, porque los tempos aportados por los dos bandos se contradicen y porque Israel logró silenciar las voces del barco bloqueando sus comunicaciones. Ni siquiera se sabe quién ha muerto o dónde están los supervivientes. Lo que sí se sabe es que todo empezó sobre las 4.30 de la madrugada (3.30 en España), cuando varios buques de guerra, lanchas motoras y helicópteros israelíes rodearon a las embarcaciones. A bordo, el pasaje se puso los chalecos salvavidas y las máscaras antigás. Comandos israelís asaltaron los barcos disparando granadas de humo, gas lacrimógeno y munición real contra los civiles. A partir de entonces, reina la confusión. Varias cadenas de televisión con periodistas en el ferri turco mostraron imágenes entrecortadas de los soldados israelís que forcejean con un pasaje que les hace frente con palos, sillas y quizás cuchillos.