Hamás insiste en que las tasas que aplica son inferiores a las que cobra la ANP en Cisjordania, pero la gente está harta de vivir en un callejón sin salida. El Frente Popular advirtió de que el descontento de la población podría generar una revuelta. La respuesta fue inmediata: la policía arrestó a 10 de sus líderes. Hamás mantiene a raya a la disidencia, controla las armas y cuenta con el apoyo de al menos un tercio de la población.