Unos 1.600 turistas, entre ellos dos españolas, están atrapados en la localidad de Aguas Calientes, en la parte baja de la ciudad inca de Machu Pichu (Perú), debido a las fuertes inundaciones que han dejado más de 10.000 damnificados y 2.000 viviendas destruidas en el sur del país. Las lluvias torrenciales han provocado la muerte de al menos ocho personas y han dejado medio centenar de heridos.

La falta de alimentos ha comenzado a desesperar a unos viajeros que esperan ser evacuados por aire ante el caos generado por los fuertes aguaceros. Entre los turistas hay también 600 argentinos, 200 chilenos y un número indeterminado de europeos, estadounidenses y asiáticos.

Dos españolas, una de ellas gaditana y la otra afincada en Cádiz desde hace "muchos años", llevan cinco días sin poder salir de Aguas Calientes, tras verse sorprendidas por las inundaciones. Las viajeras han manifestado que se sienten "desprotegidas" por la embajada española, al no darles una solución para salir de la zona.

Josefina, una de las mujeres afectadas, ha explicado que el pueblo está "incomunicado" y que la única salida posible es vía aérea, en helicóptero, ya que el ferrocarril se encuentra bloqueado por las inundaciones y los derrumbes de tierras.

Mal trato

Las mujeres afectadas se han quejado del trato que están recibiendo, ya que "el Gobierno peruano, la agencia de viajes y la embajada nos dicen que aquí no hay problemas y que todo está solucionado, cuando es una mentira muy gorda".

Josefina ha recordado que "aquí no hay leche y se está acabando el agua potable". Ha insistido en su queja hacia la embajada porque "nos dicen que nos preocupemos, pero llevamos ya cinco días y no sabemos cuando podremos salir", reiteró.

Josefina ha relatado que su vida diaria en Perú se ciñe a levantarse a las cinco de la mañana en la pensión en la que se encuentran alojadas (no en el hotel que contrataron para el viaje), asearse "un poco, lo que se puede", e irse a la estación "a dar vueltas a esperar que llegue algún helicóptero al que poder subirse". En este sentido, ha apuntado que hoy no irá ninguno porque el día "no ha abierto".

Albergues improvisados

Rudy Chalco, guía turístico que está refugiado en la estación del tren de Aguas Calientes con unas 700 personas, ha declarado al diario local El Comercio que la situación en Aguas Calientes "está a punto de desbordarse" debido a la desesperación de los cientos de turistas de todas partes del mundo.

"Ya no tenemos alimentos, el desorden empieza a reinar, los militares y policías que se encuentran aquí no saben que hacer ni como ordenar la ayuda que ha llegado, la gente se está desesperando, y nadie se hace cargo", ha alertado Chalco.

Las autoridades locales han habilitado carpas y albergues improvisados para alojar a los afectados, aunque sin poder cubrir la gran demanda surgida por el desastre. "Muchos turistas tienen que dormir en la calle porque ya no tienen dinero", ha explicado el guía.

Traslado en helicóptero

El fuerte temporal de lluvia y viento ha destruido parte de las comunicaciones terrestres. La crecida del río Colorado ha inhabilitado la carretera que une Cuzco con Abancay por lo que los esfuerzos de los servicios de emergencia se centran en habilitar una vía alternativa.

El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, ha dicho que para los traslados a la localidad de Ollantaytambo se están utilizando 11 helicópteros que permiten movilizar unas 120 personas por hora. "Queremos descartar que haya preferencia absoluta sobre los turistas extranjeros. Sacamos en función de la edad, si tienen dolencia o no, embarazadas, niños con sus madres", ha declarado a la emisora local RPP.

Chalco ha denunciado, sin embargo, que algunos turistas estarían pagando entre 300 y 500 dólares (214 y 356 euros) para subir primero a uno de los helicópteros de las fuerzas de seguridad que están siendo utilizados para trasladar a los afectados a la localidad de Ollantaytambo. "Yo he visto como unos turistas que no eran muy mayores ni estaban enfermos subieron a uno de los helicópteros", ha afirmado el guía turístico.