Centenares de miles de seguidores del Gobierno iraní salieron el miércoles a las calles de varias ciudades del país para mostrar su adhesión al Guía Supremo, Alí Jamenei, y al presidente del país, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad. La concentración más multitudinaria fue en Teherán. Los manifestantes que apoyan al sector duro del régimen no cesaron de alabar con eslóganes a Jamenei y a exigir un "castigo ejemplar" para los máximos líderes de la oposición: los dos candidatos reformistas de los comicios de junio, Mirhusein Musavi y Mehdi Karrubi, y el expresidente Mohamed Jatamí.

Durante las protestas, la agencia de noticias oficial iraní (Irna) aseguró que "dos de los líderes de las protestas poselectorales" habían "huido de Teherán" para refugiarse al norte del país. Pero la web de la oposición Jaras desmintió la versión oficial.