El movimiento talibán afgano asegura que fue un soldado afgano quien perpetró el ataque suicida contra una base de EEUU del este del país en el que ayer murieron ocho estadounidenses, agentes de la CIA, según el diario The Washington Post.

"El soldado afgano había estado pidiendo una chaqueta suicida a los talibanes desde hacía tiempo. Finalmente, los talibanes se la dieron y llevó a cabo el ataque suicida dentro de la agencia de inteligencia de EEUU en el viejo aeropuerto de Khost", ha precisado un portavoz de la red integrista Haqqani, ligada a los talibanes, Salahuddin Ayubi, citado por la agencia de noticias AIP.

Ayubi dijo que el ataque, registrado ayer en la provincia oriental de Khost, fronteriza con Pakistán, causó la muerte de 13 extranjeros y heridas a un número indeterminado de personas.

El principal portavoz del movimiento talibán, Zabihullah Mujahid, colgó un comunicado en internet en el que dio una versión similar de los hechos pero sostuvo que "20 empleados de la CIA murieron y otros 25 resultaron heridos" en el atentado.

Buscaban información sobre la insurgencia afgana

Según el relato de Mujahid, el soldado, identificado como Samiullah, hizo estallar la carga explosiva que portaba en un centro de entrenamiento de Khost en el que los agentes estaban reunidos para compartir información sobre la insurgencia afgana.

El movimiento talibán, que acostumbra a inflar las cifras de víctimas en los ataques contra las tropas internacionales, no detalló en su texto si el soldado fue enviado por los insurgentes para cometer el atentado.

Washington confirmó anoche que ocho estadounidenses murieron en una explosión que tuvo lugar en el interior de una base militar de Khost. Según The Washington Post, que cita a funcionarios estadounidenses, no está claro si los ocho muertos eran todos funcionarios de la CIA o contratados por el espionaje estadounidense, ni tampoco cómo logró el suicida acceder al interior del recinto militar.

Víctimas no reconocidas

Un exfuncionario de la CIA dijo por su lado a The New York Times que ocho empleados de los servicios secretos murieron en el ataque suicida, aunque alertó de que las primeras informaciones que llegan del terreno podrían ser incorrectas.

La agencia de espionaje norteamericana ha declinado informar sobre el ataque. Hasta la fecha, la CIA ha reconocido la muerte de cuatro de sus agentes en la guerra de Afganistán de los últimos ocho años y, según el diario, en su memorial de la sede central de Langley hay noventa estrellas que representan al total de caídos de la CIA.