La policía iraní detuvo ayer a una decena de destacados opositores, todos cercanos a los principales dirigentes reformistas, pocas horas después de las violentas manifestaciones del domingo que se saldaron con la muerte de ocho personas. Según las webs de la oposición, entre los arrestados está Ibrahim Yazdi, de 78 años, que fue ministro de Exteriores tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979.

Yazdi, que se ha ido apartando del régimen de los ayatolás, dirige el Movimiento Libre, una organización prohibida pero tolerada por el régimen del presidente ultraconservador, Mahmud Ahmadineyad y del ayatolá Ali Jamenei, el hombre fuerte real de la República Islámica.

Entre los arrestados hay también tres asesores de Mirhusein Musavi, el candidato reformista de las polémicas elecciones de junio. La policía entró, además, en la sede de la Fundación Baran, que promueve el diálogo entre civilizaciones y que fue creada por el expresidente reformista Mohamed Jatamí, y detuvo a dos de sus directivos. Tampoco se libró un destacado clérigo opositor de la ciudad santa de Qom y el activista de los derechos humanos, Emad Baghi.

A parte de estas acciones policiales, el único conato de enfrentamiento de ayer se registró junto al Hospital Enb-e Sina de la capital, donde el domingo ingresó cadáver Ali Musavi, de 45 años, sobrino del líder reformista.

Fuentes de la oposición dijeron que agentes del Gobierno se llevaron del hospital el cadáver para evitar que el funeral dé pie a más disturbios. La agencia estatal Irna dijo que el cuerpo ha sido trasladado para hacerle la autopsia "ante las sospechas que se ciernen sobre el suceso". Las webs reformistas sugieren que Ali Musavi fue víctima de un asesinato, con el que la línea dura del régimen desea advertir e intimidar a la oposición. El Gobierno niega que fuera abatido por la policía. En todo caso, las muertes del domingo, en plena festividad de la Ashura, han provocado que crezca la desafección hacia Ahmadineyad y Jamenei, según algunos analistas.

PROHIBIDO MATAR La Ashura es una festividad muy respetada en Irán, en la que se conmemorara el martirio y muerte de Husein, nieto del profeta Mahoma, y matar durante estos días está prohibido. La brutal actuación policial el día de la Ashura ha provocado que iranís muy conservadores y piadosos cuestionen al presidente y al Guía Supremo.

Por su parte, la comunicad internacional mostró ayer su protesta por la represión de la policía. El presidente de EEUU, Barack Obama, manifestó su "enérgica condena" por la "violencia" lanzada contra "ciudadanos iranís inocentes". Rusia exhortó a las autoridades de Teherán a "buscar compromisos" con la oposición para "evitar que continúe la escalada de enfrentamiento interior". Y en nombre de la UE, el Gobierno de Suecia, país que ocupa la presidencia de los 27, mostró su preocupación por "la represión violenta contra los manifestantes y las detenciones arbitrarias" en Teherán.