PEKIN ha criticado la actitud de diplomáticos occidentales en el juicio celebrado esta semana contra el disidente chino Liu Xoaobo, acusado de incitar a la subversión y que puede ser sentenciado a una pena de 15 años de prisión. Para China, las críticas al proceso son una "injerencia en los asuntos internos" y a la "soberanía judicial" del país.