Con su habitual retórica antiimperialista, los países de la llamada Alianza Bolivariana (ALBA), reunidos en La Habana (Cuba) condenaron el domingo, tras la primera jornada de la cumbre, la penetración de Estados Unidos en la región. Los líderes de Cuba, Bolivia, Venezuela y Nicaragua rechazaron las bases estadounidenses en Colombia y proclamaron que no reconocen los resultados de las últimas elecciones presidenciales celebradas en Honduras.

"América Latina y el Caribe es un territorio de paz y no aceptamos injerencias ni amenazas de EEUU", declaró Chávez. "Están convirtiendo toda Colombia en una base militar", añadió. Respecto a Honduras, el presidente venezolano informó que los gobernantes y representantes de los países de la alianza escucharon una "conmovedora" intervención de Patricia Rodas, cancillera del depuesto presidente Manuel Zelaya, sobre la situación de su país.

"Ratificamos que no reconoceremos estas elecciones, ni el Gobierno que se instale; el presidente de Honduras es Manuel Zelaya", insistió Chávez, y añadió: "El golpe no fue solo contra Honduras, fue contra el ALBA; ahora tratan de cercar a Nicaragua".