El poco carismático primer ministro belga, el democristiano Herman van Rompuy, fue elegido anoche por los líderes de los Veintisiete como el primer presidente estable de la Unión Europea (UE), que será la cara y la voz de Europa en el mundo. La comisaria europea de Comercio, la desconocida baronesa Catherine Ashton, será la nueva responsable de la política exterior y de defensa de la UE, en sustitución de Javier Solana, a pesar de su poca experiencia en ambas materias.

El compromiso se fraguó en el Consejo Europeo al principio de la reunión, una vez que el primer ministro británico, Gordon Brown, renunció ayer a seguir defendiendo la candidatura imposible del controvertido ex premier Tony Blair como nuevo presidente de la UE. La elección de ambos se realizó por "unanimidad", destacó el primer ministro sueco y presidente semestral de la UE, Fredrik Reinfeldt.

Los líderes europeos optaron por elegir para el nuevo puesto de presidente estable de la UE a un político discreto, europeísta convencido y que se distingue por su habilidad para "generar consensos" en situaciones complejas, como ha demostrado en su corta experiencia al frente del Gobierno belga.

La elección de Van Rompuy fue promovida desde el principio por Alemania y Francia, que preferían a un dirigente de un país mediano y capaz de impulsar con eficacia los proyectos de integración europea.

NEGOCIAR SIN VENCIDOS Van Rompuy se comprometió en su primera intervención pública tras su nombramiento a "respetar las sensibilidades y los intereses de cada país". "Para mí cada país debe salir vencedor en una negociación. Una negociación con vencidos es siempre una mala negociación", añadió.

Van Rompuy indicó que iniciará formalmente su mandato el próximo 1 de enero, y que su actuación estará guiada por "el diálogo, la unidad y la acción", para que la UE desempeñe todo su papel en el mundo.

La candidatura de Ashton fue propuesta por los gobiernos socialistas, que querían asegurarse que el puesto de ministro de Exteriores recayera en un socialista. Brown fue quien propuso a Ashton en una reunión previa a la cumbre que mantuvieron los jefes de Gobierno socialistas y fue aceptada por los demás.

La oposición de Italia a los exprimeros ministros Massimo d´Alemana y Guiliano Amato, sumada a la falta de apoyos al ministro español Miguel Angel Moratinos, dejó a Londres manos libres para sacar adelante su candidata del último minuto, que además permitía atender a las críticas a la ausencia de mujeres en los puestos claves europeos.

El primer ministro sueco justificó la elección de Ashton para un puesto para el que carece de la requerida experiencia por "su habilidad mostrada en lograr la ratificación del Tratado de Lisboa en la Cámara de los Lores británica y en las negociaciones internacionales como comisaria europea de Comercio".

Ashton reconoció que el nombramiento ha sido "una gran sorpresa" para ella. También admitió que no tiene la experiencia de Javier Solana y prometió seguir su estrategia de "diplomacia discreta y tranquila".