Obama es el tercer presidente estadounidense que se enfrenta a una audiencia universitaria en China. Los precedentes (Clinton, en 1998, y Bush, en el 2002) fueron televisados en directo por la CCTV, el canal público chino. Solo la televisión local de Shanghái retransmitió ayer la sesión de Obama. Sí que se pudo seguir en todo el país por la web de la Casa Blanca, que incluyó subtítulos en mandarín. Los informativos y la prensa en internet se centraron en las declaraciones de amistad.

Muchos de los estudiantes pertenecían a la Liga Juvenil Comunista. Eso explica que alguien preguntara por las ventas de armas estadounidenses a Taiwán y el peligro para las relaciones bilaterales. La pregunta sobre la censura llegó de un internauta, un margen de actuación que logró la Casa Blanca de las autoridades. El internauta preguntó a Obama si le parecía bien que Twitter estuviera censurado en China, y de ahí partió el alegato del presidente por la libertad de expresión.