Por si no tenían bastante con los frentes abiertos en Irak y Afganistán, ahora la Casa Blanca acaba de iniciar otra guerra, esta vez con la cadena de televisión Fox News, propiedad del magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, dueño de The Wall Street Journal y The New York Post , entre otros periódicos. Entre el cruce de acusaciones de los últimos días, la cadena ha denunciado que Barack Obama no les concederá entrevistas hasta el próximo año.

Hasta hace unos días la estrategia del Gobierno estadounidense ante los ataques que desde hace meses le llueven desde la Fox se limitaba a ignorar a la cadena conservadora y no concederles declaraciones, lanzar alguna que otra queja en público y poco más. Pero desde hace unos días la Casa Blanca ha pasado de las palabras a los hechos.

PROPAGANDA Fue su directora de Comunicación, Anita Dunn, quien la semana pasada lanzó la primera piedra durante una entrevista a la cadena CNN, en la que acusó al canal de Murdoch de actuar como si fuera "el departamento de propaganda del Partido Republicano". Unos días más tarde, en declaraciones a The New York Times , añadía que a partir de ahora la Fox será considerada como "un oponente más".

Michael Clemente, director de Fox News, lamentó que la Casa Blanca dedique su tiempo a declarar la guerra a un medio de comunicación y negó que su cobertura sea "sesgada". Además, confirmó que su canal no podrá entrevistar al presidente Obama, al menos hasta el próximo año.

Varias voces aseguran que ambas partes están saliendo beneficiadas con la disputa. La Fox ha visto mejorar su audiencia en un 20% y Obama puede que logre reunir al ala más progresista del electorado. Los analistas, sin embargo, han recomendado a la Casa Blanca evitar la confrontación con la Fox, porque raramente, en la lista de enfrentamientos entre presidentes y medios, los primeros han ganado.