El Gobierno ecuatoriano ha convertido en ofensiva publicitaria su indignación por el vídeo en el que el jefe militar de las FARC, Jorge Briceño (alias Mono Jojoy ), habla de una contribución económica a la campaña del actual presidente, Rafael Correa. Televisiones y radios ecuatorianas divulgan desde el pasado fin de semana una serie de mensajes en los que el ministro de Exteriores, Fander Falconí, repasa el vídeo, señala supuestas inconsistencias y acusa a Colombia de "manipulación" de las imágenes.

Una de las pruebas, según Falconí, del "burdo complot" que ya había denunciado el presidente, es que el vídeo no pudo ser grabado al día siguiente de la muerte de Tirofijo , como afirma Colombia (Jojoy aparece supuestamente leyendo el último mensaje del líder guerrillero), porque ese día, "según el propio espionaje colombiano", el comandante guerrillero estaba enfermo. Por si acaso, Ecuador no descarta que las FARC hayan entregado dinero a falsos emisarios de Correa, según declaró el ministro de Coordinación Política, Ricardo Patiño. "Que digan con claridad a quién le dieron la plata", exigió.

Colombia ha puesto el vídeo en manos de la Organización de Estados Americanos y le ha pedido que se pronuncie; parece pues lejana la reanudación de las relaciones que Correa, aliado de Venezuela, rompió en el 2008 tras la incursión del Ejército colombiano en su territorio.