El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, permaneció ayer por tercer día consecutivo junto a la frontera de Nicaragua con su país, a la espera de sus familiares y centenares de seguidores, a los que varios miles de soldados impedían llegar a ese puesto fronterizo de Las Manos. El jefe del Ejército que lo sacó del país hace 29 días, el general Romeo Vázquez, se comprometió a "no disparar contra el pueblo" y, en nombre del Gobierno del presidente golpista, Roberto Micheletti, ofreció a la familia un "vuelo privado", que fue rechazado por la exprimera dama, Xiomara Castro.

Acompañado por el ministro venezolano de Exteriores, Nicolás Maduro, y varios colaboradores, Zelaya volvió a pernoctar en la ciudad nicaragüense de Ocotal, a 25 kilómetros de Las Manos, después de instar a los seguidores que ya estaban con él a montar un campamento junto a la línea fronteriza.

El presidente depuesto reaccionó agriamente a las críticas provocadas por su breve entrada del viernes a la zona hondureña y se negó a viajar mañana a EEUU a entrevistarse con la jefa de la diplomacia americana, Hillary Clinton. "Si Washington quiere hablar conmigo que envíe un delegado aquí a Ocotal", dijo. Zelaya confiaba en que la "resistencia" formada por organizaciones sociales y sindicales iba a llegar desde toda Honduras hasta Las Manos para arroparlo en su entrada al país, pero el panorama del lado hondureño presentaba a solo unos centenares de zelayistas varados en las localidades de El Paraíso y Danlí, frente a ocho infranqueables retenes en la carretera y cinco batallones militares en las montañas hasta la línea fronteriza. "Lo que hay es un estado de sitio; estamos cercados", denunció Castro, la esposa del presidente derrocado.

OFERTA La familia de Zelaya llevaba más de 50 horas a la altura de El Arenal, cerca de Danlí. El Gobierno de facto le ofreció un "vuelo privado", un avión o un helicóptero, para que fuera a reunirse con él. "Quieren sacarnos del país como a mi esposo", aseguró la exprimera dama tras rechazar la oferta. "Lo que queremos es seguir por aquí para reunirnos con él", aseguró.