La comunidad kurda iraquí acudió ayer a las urnas para renovar a los miembros de la Asamblea regional y para elegir, por primera vez por sufragio universal, al presidente de la región autonóma del Kurdistán. Aunque los resultados oficiales no se conocerán hasta dentro de unos días, todo parece indicar que la Lista Kurda --coalición formada por los dos principales partidos-- obtendrá una holgada victoria.

Se trata de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), cuyo secretario general y líder histórico es el presidente de Irak, Yalal Talabani, y el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), encabezado por Marsud Barzani, rival de Talabani en el pasado, y hoy socio y candidato a renovar el cargo de presidente de la región autónoma kurda, formada por tres provincias: Dohuk, Suleimaniya y Erbil, la capital.

El centro del desencuentro es Kirkuk, uno de los principales centros de producción de petróleo de Irak, que los kurdos desean incorporar a la región autónoma. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, admitió el jueves en Washington que las divergencias entre Bagdad y Erbil representan "uno de los problemas más peligrosos" para Irak.

Estos comicios han puesto de relieve el cada vez mayor peso de la Lista Cambio (LC), la principal fuerza opositora.