Mientras el sector reformista iraní se consolida y mantiene su confrontación con las autoridades, el régimen de Teherán se obstina en su miope política de mano dura. El ex presidente reformista Mohamad Jatami propuso el domingo la "celebración de un referendo" sobre la "legitimidad del presidente Mahmud Ahmadineyad" como único medio para salir de la "crisis". En su reunión con Jatami, los familiares de los detenidos durante los disturbios denunciaron las irregularidades legales que se están cometiendo. El ex presidente pidió su inmediata liberación.

Mientras, el guía supremo de la revolución iraní, el ayatolá Alí Jamenei, reiteró sus acusaciones contra "los enemigos de la república islámica en el extranjero" como responsables de los disturbios tras los comicios del 12 de junio, cuya represión causó al menos 20 muertos.