La Policía iraní ha puesto en libertad a "varios de los ochos empleados locales de la embajada británica" detenidos hoy por su supuesta implicación en las protestas y los disturbios que han sacudido el país tras la polémica reelección del presidente, Mahmud Ahmadineyad.

Según el ministro de Inteligencia, Gholam Husein Mohseni Ejei, los empleados fueron enviados por la propia legación británica a las marchas para "recopilar información e inculcar ciertas ideas a los manifestantes y a la sociedad".