Japón ha decidido desplegar un escudo protector ante el posible lanzamiento desde Corea del Norte de un misil que podría sobrevolar territorio nipón. Las autoridades norcoreanas sostienen que no se trata de un cohete militar, sino de un satélite de comunicaciones que tienen previsto poner en órbita entre el 4 y el 8 de abril. Pyongyang ha advertido que considerará cualquier intento de derribarlo como "un acto de guerra".

Tokio, que no cree esa versión, desplegó ayer en el mar de Japón tres destructores con misiles mar-aire y sistemas de radar de combate Aegis para interceptar el arma norcoreana. Las autoridades japonesas dijeron que solo actuarán si se produce un fallo y el artefacto se precipita sobre territorio nipón.

Tanto Japón como EEUU --que mañana enviará a la zona otros dos barcos desde el puerto surcoreano de Busan-- creen que Corea del Norte intenta probar el Taepodong-2, un misil de largo alcance (más de 6.500 kilómetros) que puede volar hasta Alaska. Hace tres años, en su primera y única prueba, el Taepodong-2 estalló segundos después de ser lanzado, no se sabe si por un fallo o deliberadamente.

El primer ministro japonés, Taro Aso, se preguntaba ayer cómo es posible que un país ponga a prueba un misil sobre el cielo de otro país. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, amenazó al régimen de Kim Jong-il con nuevas sanciones.