Francia fijará la edad penal en 13 años y no la rebajará a 12, como había propuesto una comisión en diciembre pasado y había aceptado en ese momento la ministra de Justicia, Rachida Dati, que fue desautorizada por el primer ministro, François Fillon, y tuvo que soportar una oleada de críticas. Dati presentó ayer la reforma de la justicia de menores, que descarta otra idea polémica, la creación de un tribunal para menores destinado a los jóvenes delincuentes de entre 16 y 18 años.

Actualmente no existe un límite penal en Francia y los jueces deciden caso por caso, aunque nadie puede ingresar en prisión con menos de 13 años, un límite que se mantiene. Como contrapartida, se instaura un "régimen civil especial" para los menores de 13 años, que podrán ser interrogados por la policía en situación de "retenidos".