El Comité de Espionaje del Senado de EEUU investigará el programa de interrogatorios que utilizó la CIA durante la Administración de George Bush con los sospechosos de terrorismo. La intención del comité, como se ha encargado de dejar claro, no es iniciar el camino para una hipotética causa legal contra los interrogadores o la misma Administración de Bush, sino discernir qué información se logró con esas técnicas de interrogatorio y su calidad.

Leon Panetta, director de la CIA nombrado por Barack Obama, declaró en el Congreso que bajo su mando la agencia no utilizará técnicas de interrogatorio como la simulación de ahogo, consideradas por casi todo el mundo (menos la Administración de Bush) como tortura. El propio presidente ha dicho reiteradamente que bajo su mandato EEUU no torturará.

CINTAS DESTRUIDAS La cuestión es que el debate en la calle va por otros derroteros, y muchos justifican estas técnicas si sirven para lograr información que evite atentados. Ese es el argumento que usó en su día Michael Hayden, exdirector de la CIA. Según las cifras oficiales de la agencia, unas 100 personas pasaron por sus cárceles secretas, y alrededor de a un tercio de ellas se les aplicaron las técnicas que aprobó la Administración de Bush. El Senado ya investiga la destrucción de varias cintas con imágenes de interrogatorios.