No habrá gas ruso para Europa por ahora. Rusia declaró ayer que no cederá en su conflicto con Ucrania, que ha paralizado desde principios de enero el tránsito de ese combustible a países europeos. El Kremlin acusó a la Unión Europea (UE) de "no colaborar" para encontrar una solución a la guerra del gas.

En el Kremlin, y a puerta cerrada, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, al término de la conferencia internacional sobre el suministro del gas ruso a Europa, hacía su valoración. "Es incorrecto hablar de cesiones. Por lo contrario hay que hablar de que tenemos que cooperar con Ucrania de manera civilizada aplicando los precios europeos que respetan los demás países, cuya situación económica es mucho peor que la ucraniana", dijo.

Rusia cesó de bombear gas a Ucrania para consumo interno a principios de año cuando Kiev se negó a aceptar una subida del precio. Acto seguido el gigante del gas ruso, Gazprom, acusó a los ucranianos de robar para consumo propio, así como para su posterior venta de gas a los europeos. Gazprom interrumpió por completo el abastecimiento de hidrocarburo a Europa a través de gasoductos ucranianos.

PAISES AFECTADOS A la conferencia, convocada a instancias de Rusia como una cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los países consumidores de gas, asistieron el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, y el ministro checo de Industria, Martin Riman, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE.

En la reunión participaron también el primer ministro ruso, Vladimir Putin, y su homóloga ucraniana, Yulia Timoshenko, que llegó ayer a Moscú para negociar la reanudación del suministro. Putin, claramente decepcionado por el hecho de que sus colegas europeos habían ignorado su invitación de reunirse en Moscú, acusó a la UE de "no hacer nada" para ayudar a resolver el conflicto.