La Unión Europea (UE) amenazó ayer a Rusia y Ucrania con revisar las relaciones políticas y la cooperación con ambos países si la guerra del gas no queda resuelta a lo largo de este fin de semana.

Después de 10 días de interrupción total del suministro del gas ruso a través del gasoducto ucraniano a la UE y los países balcánicos, la presidencia checa y la Comisión Europea decidieron esgrimir la amenaza de sanciones políticas contra Rusia y Ucrania, aunque sin concretar hasta dónde están dispuestos a llegar en referencia a las medidas de represalia.

"Si no hay una solución durante este fin de semana, deberemos examinar punto por punto nuestras relaciones con Ucrania y Rusia y ver cada vez si podemos continuar como si nada ocurriera", advirtió el Ejecutivo comunitario. La cumbre que se celebrará hoy en Moscú entre el primer ministro ruso, Vladimir Putin, y la primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, ofrece "la última y mejor oportunidad a Rusia y Ucrania para demostrar que son serios en su voluntad de resolver su disputa" y que pueden considerarse "unos socios comerciales creíbles", subrayó la Comisión.

A la reunión asistirá una delegación europea encabezada por el ministro checo de Industria, Martin Rima, y el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs.

PRESION DE BERLIN "El gas debe volver a fluir. No existe ninguna excusa ni justificación para la interrupción del suministro", destacó el Ejecutivo comunitario. Por su parte, la cancillera alemana, Angela Merkel, también insistió a Putin en Berlín en que Rusia debe respetar los contratos establecidos y suministrar el gas pese a sus notables desacuerdos con Ucrania.

En la misma línea, el primer ministro británico, Gordon Brown, instó en Londres al presidente ucraniano, Viktor Yuschenko, a resolver "de inmediato" el actual conflicto gasístico.