Clamor general contra Robert Mugabe. La comunidad internacional pidió sanciones contra el dictador por haberse proclamado "ilegítimamente" ganador de una "farsa de comicios". Lo dijo Condoleezza Rice, secretaria de Estado, en nombre de Estados Unidos y la secundaron la cancillera de Alemania y el Gobierno de Gran Bretaña.

Entretanto, los líderes de la Unión Africana (UA) comenzaban a llegar anoche a la localidad egipcia de Sharm al Sheij, para celebrar hoy una cumbre sobre la crisis de Zimbabue. Y mientras esto pasaba, la comisión electoral de Zimbabue proclamaba vencedor de los comicios a Mugabe y este se apresuraba a jurar su cargo en su residencia oficial por cinco años más.

Desde China, Rice reclamó a la comunidad internacional que exija a Mugabe que "rinda cuentas" tras la retirada del opositor Morgan Tsvangirai de los comicios. "Porque ha renunciado a la más básica de sus obligaciones --la protección de su propio pueblo--, el Gobierno de Zimbabue debe rendir cuentas a la comunidad internacional", declaró la jefa de la diplomacia estadounidense. Rice calificó al régimen de Harare de ilegítimo e instó a los partidos de Mugabe y de su rival Tsvangirai a negociar para sacar al país de la crisis.

ELECCION ILEGITIMA El Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) y la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) "deben cooperar en nombre del pueblo de Zimbabue", declaró Rice. "El régimen de Mugabe no puede ser considerado legítimo si no hay segunda vuelta" de la elección presidencial, añadió.

EEUU instó a China y a otras potencias a pedir en la ONU sanciones para Zimbabue, tal y como adelantó el viernes el presidente George Bush. No obstante, Pekín, a través de su Ministerio de Exteriores, descartaba esta posibilidad. En cambio, la cancillera alemana, Angela Merkel, anunció que defenderá un endurecimiento de las sanciones de la Unión Europea (UE) contra el régimen de Robert Mugabe, porque la segunda vuelta de las elecciones en Zimbabue han sido una "farsa". "Como presidente, Mugabe ha perdido toda legitimidad", agregó. Merkel reclamó a la Unión Africana que "obre en consecuencia" en la cumbre que comienza hoy en Egipto. "Hay que poner fin al sufrimiento de la población, a la que el régimen arbitrario de Mugabe ha acarreado tantas víctimas", declaró.

Las miradas de la comunidad internacional están puestas, ahora, en la reunión de Sharm el Sheij. La Iglesia, a través del arzobispo surafricano Desmond Tutu, y la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) solicitaron también a los mandatarios africanos sanciones ejemplares contra el régimen dictatorial de Mugabe.

DISTINTAS PETICIONES Tutu declaró: "Si hubiese (allí) una voz unánime, que le dijese claramente a (Robert) Mugabe... eres ilegítimo y no vamos a reconocer tu Administración de ninguna manera, creo que sería una señal muy poderosa, que fortalecería a la comunidad internacional". Y Georgette Gagnon, directora de HRW para Africa, subrayó: "La Unión Africana puede ayudar a terminar con la violencia en Zimbabue si toma las medidas más severas posibles contra el Gobierno de Robert Mugabe". El proceso electoral en Zimbabue ha estado marcado por la falta de libertad y la represión. En la sangrienta campaña han muerto 86 personas y unas 200.000 han sido expulsadas de sus hogares. Además, se han dado casos de víctimas golpeadas durante horas y cuerpos mutilados. Cuando el Gobierno no encontraba a los que consideraba traidores, los que eran atacados eran sus padres o hermanos.

Pero, anoche, Mugabe seguía haciendo oídos sordos al clamor internacional y juraba por cinco años más, tras ser proclamado ganador absoluto de unas elecciones en las que fue el único candidato. "Yo, Robert Mugabe, juro que serviré como presidente, con la gracia de Dios" dijo el gobernante. Por sexta vez.