El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, que ha hecho del dosier de Cuba una de sus apuestas esta legislatura, declaró ayer que el Gobierno "ayudará y acompañará" a los ciudadanos de la isla "a decidir su futuro". Más clara y con menos remilgos sobre la situación que vive el país fue la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, quien aseguró que la renuncia de Fidel Castro puede ser "el comienzo del cambio". "Raúl va a poder asumir con mayor capacidad, solidez y confianza ese proceso de reformas de los que él mismo ha hablado", añadió.

Tanto Jiménez como Moratinos aseguraron que la noticia no ha pillado "por sorpresa" al Ejecutivo español, que hace justo un año apostó por dialogar directamente con el régimen, una decisión que le ha costado al ministro muchas críticas del PP. En aquel viaje a La Habana, en abril del 2007, Moratinos cedió ante las autoridades cubanas y no se entrevistó con la disidencia.

Según se supo después, la idea de visitar La Habana había partido de José Luis Rodríguez Zapatero, que quería averiguar qué expectativas reales de apertura había en el país. Moratinos transigió con las condiciones que los Castro pusieron a la visita a cambio de que aceptaran poner en marcha un "mecanismo de diálogo sobre derechos humanos", un organismo con diplomáticos de ambos países. Ese mecanismo ha celebrado dos reuniones, la última el lunes de la semana pasada en Madrid. En ellas se ha tratado la situación de los 240 presos políticos y se ha acordado la firma de los pactos básicos sobre derechos humanos de la ONU.

Según algunas fuentes en la isla, algunos dirigentes son conscientes de que el país debe abrirse poco a poco, que tienen que dejar entrar a los relatores de la ONU, por ejemplo, unas decisiones que suponen someterse a la crítica, al examen de otros. Pero la amalgama de los grupos que se disputan la sucesión verdadera no han decidido todavía qué rumbo tomar. Con su viaje a la isla, Moratinos adquirió el compromiso de ayudarles a decidirlo, con la responsabilidad que supone que España marca, por su historia común, la política que la UE sigue hacia la isla. Así, el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, inicia hoy una visita a la isla de una semana --prevista con anterioridad a la renuncia de Fidel-- de la que dará cuenta al Ejecutivo español a su vuelta.

EL FUTURO DEL BLOQUEO "No me imagino que se produzca en un futuro próximo". Así contestó el subsecretario de Estado de EEUU, John Negroponte, a la pregunta de si Washington iba a levantar el bloqueo a Cuba tras la renuncia de Castro. Por un lado es cuestión de prudencia, a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos políticos en la isla. Por el otro, es una cuestión legal, ya que la ley Helms-Burton de 1996 establece que si un miembro de la familia Castro está en el poder la Casa Blanca no tiene potestad para levantar el embargo.