Pakistán acudió hoy a las urnas para elegir al Parlamento del que saldrá su futuro Gobierno, en una jornada en la que se registraron episodios esporádicos de violencia, con al menos ocho muertos, a la que seguirá una larga noche a la espera de los resultados.

Casi ocho horas después del cierre de los colegios electorales, el responsable de la Comisión Electoral, Qazi Farooq, compareció ante la prensa para pedir "calma" hasta que se conozcan los resultados, cosa que pronosticó para mañana por la tarde. Farooq aseguró que la votación transcurrió de forma "libre y justa", pero no pudo ofrecer siquiera un dato oficial de la participación, que se esperaba baja, e informó sólo de la victoria de dos independientes en escaños de la Asamblea Nacional correspondientes a zonas tribales. La Comisión ha prometido que irá colocando en internet los datos que vaya confirmando.

Los observadores de la UE han destacado que es esencial la transparencia en el proceso del escrutinio y consolidación de estos resultados, ante los temores de fraude expresados por la oposición. La Red para unas Elecciones Justas y Libres (FAFEN), que engloba a una treintena de organizaciones de la sociedad civil paquistaní y ha destacado unos 19.000 observadores por todo el país, calculó que la participación de hoy puede haberse aproximado al 42 por ciento que se registró en 2002.

Un total de 81 millones de electores estaban convocados a las urnas para elegir a los diputados de las Asamblea nacional y provinciales paquistaníes. Con 49 partidos registrados, la batalla principal la libran la Liga Musulmana de Pakistán-Q (PML-Q) que apoya al presidente, Pervez Musharraf, el Partido Popular de Pakistán (PPP) que dirige el viudo de Benazir Bhutto, Asif Zardari, y la Liga Musulmana de Pakistán-N del ex primer ministro Nawaz Sharif.

Musharraf, que acudió a votar a un colegio de Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad, se comprometió a cooperar con el partido que resulte ganador y pidió abandonar la "confrontación" por la "conciliación". Zardari sólo hizo el símbolo de la victoria, sin hablar a la prensa, tras depositar su voto en un colegio de la provincia de Sindh, feudo del PPP.

En Lahore, Sharif criticó a las autoridades por dar "rienda suelta" a los "elementos" que anoche mataron a uno de los candidatos de su partido, tiroteado junto a su secretario y su chófer. En un comunicado, Zardari condenó al régimen por la violencia registrada hoy, que según dijo causó la muerte de 15 de los militantes de su partido y heridas a otro centenar.

El Ministerio del Interior, por su parte, informó de la muerte de ocho personas en los episodios de violencia registrados durante la jornada, según el canal Dawn. Sin embargo, el ministro del Interior, Hamid Nawaz, citado por la agencia estatal APP, se mostró satisfecho porque la jornada ha transcurrido en relativa paz. Según Nawaz, se han registrado "unos pocos" casos de tiroteos y enfrentamientos, pero "tales incidentes ya han ocurrido en el pasado". "Sin embargo -destacó- no se ha registrado ningún incidente serio o actividad terrorista".

Desde el cierre de los colegios electorales a las 17 horas locales (12.00 GMT) tras nueve horas de votación, las cadenas de televisión ofrecen datos no oficiales de los candidatos que van liderando el escrutinio o ganando en distintas circunscripciones.

Aunque los datos no revelan una tendencia clara del voto, simpatizantes de los distintos partidos celebran en las calles de distintas ciudades la victoria de sus candidatos, como muestran las imágenes que ofrecen las cadenas de televisión.

Pakistán vota tras una campaña marcada por la violencia desde el asesinato en diciembre pasado de la principal líder de la oposición, la ex primera ministra Benazir Bhutto, al término de un mitin en Rawalpindi.

La jornada ha sido vigilada por casi 400.000 policías y soldados, estos últimos destacados en un 14 por ciento de los colegios electorales, catalogados como "muy sensibles" por el Gobierno por la ausencia de seguridad.