El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió ayer de que apuntará con misiles hacia Ucrania y otros países europeos si estos instalan bases de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o elementos del escudo antimisiles estadounidense, pero aseguró que su país "no está interesado" en volver a los tiempos de la guerra fría.

Putin, quien dejará el puesto de jefe del Estado tras las elecciones presidenciales del 2 de marzo, afirmó que continuará su línea dura contra el escudo nuclear estadounidense como primer ministro: "Nos veremos obligados a reorientar nuestros sistemas de misil sobre los lugares que nos amenazan. Las mayores posibilidades de Rusia en los campos económico y militar nos permiten defender de forma más perseverante nuestros intereses nacionales".

Según Putin, esto no significa que Rusia esté interesada en volver a los tiempos de la guerra fría o en planes "agresivos" contra Occidente. El presidente ruso negó que sea una muestra de "agresividad" la reanudación de los vuelos de la aviación estratégica rusa a las zonas patrulladas por la OTAN y Estados Unidos. "¿Qué agresividad puede haber cuando hemos cerrado todas nuestras bases en el extranjero? ¿Acaso atacamos a alguien o desatamos conflictos armados? ¿Acaso denunciamos algún tratado fundamental en el ámbito del desarme? Los cumplimos todos", declaró Putin.