Por primera vez en los 60 años de independencia de la India, una mujer fue elegida ayer para ocupar la jefatura del Estado de la democracia más grande del mundo. Pratibha Patil, abogada de 72 años y hasta ahora gobernadora de Rajastán, obtuvo una confortable victoria desbancando a su rival, el vicepresidente Bhairon Singh Shekhawat, de 84 años.

"Esta es la victoria de los principios. Los principios del pueblo indio", proclamó una risueña Patil haciendo el gesto de la victoria con los dedos, en un discurso retransmitido en directo por el canal NDTV.

Pero la llegada de una mujer a tan alta responsabilidad no es una novedad en la India. Indira Ghandi fue primera ministra entre 1966 y 1977 y de 1980 hasta su asesinato, en 1984. Aunque la presidencia es, sobre todo, de carácter honorífico, esta elección tiene gran importancia porque refuerza el protagonismo del Partido del Congreso, feudo de la familia Gandhi, sin cuyo apoyo Patil no habría conseguido el cargo. Según la Constitución de la India, el primer ministro tiene el poder ejecutivo, pero el presidente participa en la formación del Gobierno a nivel estatal y federal, lo que le proporciona una notable influencia.

Fue Sonia Gandhi, presidenta del Partido del Congreso (en el Gobierno de coalición) quien promovió a Patil para esta elección, al considerar que su presencia sería favorable a la igualdad de los sexos. Las dificultades para lograr acuerdos sobre otros candidatos entre los partidos acabaron favoreciendo a Patil.