"Ni detenciones ni expulsiones. Para todos los niños, el mismo derecho a la educación". Las consignas, repetidas una y otra vez, surgen desde los altavoces de una furgoneta en el bulevar Raspail, en el cruce con S¨vres-Babylone. Son las dos de la tarde, hora de inicio de la manifestación de profesores convocada para protestar por la detención durante siete horas de Valérie Boukobza, directora del parvulario Rampal, en el distrito 19º de París. Boukobza fue arrestada, a su vez, por protestar por la detención a las puertas del colegio de un abuelo chino sin papeles que había ido a recoger a su nieto.

La manifestación no es muy numerosa, apenas 200 personas, no en vano el Ministerio de Educación ha cumplido parte de las reivindicaciones sindicales. El jueves anunció que no habrá sanciones para la directora.

Gases lacrimógenos

Los sindicatos atribuyen la exoneración de la maestra a la movilización tras su detención, el viernes 23, tres días después de la caza del anciano sin papeles, en la que la policía usó, ante las miradas atónitas de los niños, gases lacrimógenos para dispersar a los padres y a otras personas que trataban de impedir el arresto. El lunes hubo una manifestación de 2.000 personas ante el rectorado de París, sede de la autoridad educativa.

Pese a la marcha atrás en las sanciones, ayer se celebró una jornada de huelga previamente convocada en las 660 escuelas de parvulario y primaria de París. Según el rectorado, solo una media de 17,5% de escuelas pararon, un 29% en los barrios del este y un 7,2% en el oeste, cifras que discuten los sindicatos.

"En el este está la gentuza y en el oeste solo viven los ricos", ironiza Fereydoun Kolyaie, de origen iraní, profesor de Economía de la American University in Paris (AUP). Kolyaie comenta que "en España, en cinco años, se ha regularizado a tres millones de inmigrantes y el crecimiento económico es el doble que en Francia". Casado con una mujer nacida en Zaragoza, el profesor lo tiene claro: "Si gana Nicolas Sarkozy, me voy a vivir a Málaga".

Pobres excusas

Los sindicatos del sector mantuvieron la protesta ante la negativa del rector a ofrecer "protección jurídica" a Valérie Boukobza con el argumento de que los hechos se produjeron "en el exterior de la escuela".

"Todos los niños de padres sin papeles tienen derecho a la escolaridad, y lo que pedimos es que la intervención de la policía en la puerta de los colegios cese totalmente", afirma Gilles Moundeot, secretario del principal sindicato del sector.

"Resistir es un acto ciudadano", sostiene Manuel García en un cartel que cuelga de su cuello. Hijo de un anarquista español, profesor de primaria, explica el contenido de su pancarta: " Redadas. Sin papeles. Expulsiones. Deportaciones. Pronto: denuncias, delaciones . ¿Esto no les recuerda nada? Recuerda los años 1939-45", dice. "Los niños y las familias tienen miedo. La policía ha perdido el respeto. No es la policía del pueblo, es la policía de un hombre, de Sarkozy", dice.

La caza de sin papeles junto a los colegios se ha agravado desde el verano del 2006. En junio, Sarkozy organizó la primera regularización de familias con hijos escolarizados, pero solo 6.924 padres obtuvieron los papeles de un total de 33.500.