Berlín se disponía anoche a vivir un estreno por todo lo alto, una gala que había levantado una expectativa similar a las primicias de las óperas de Mozart en la Viena de finales del siglo XVIII. La Deutsche Oper de Berlín estrenaba Idomeneo, re di Creta (Idomeneo, rey de Creta), una obra del compositor austriaco, en medio de unas extraordinarias medidas de seguridad ante la posibilidad de que la velada acabara siendo boicoteada por miembros de la comunidad musulmana.

Es precisamente el epílogo de la obra el que podría ofender los sentimientos de los creyentes musulmanes, aunque la paradoja de Idomeneo es que las críticas se dirigen hacia toda forma de religión, incluyendo a la cristiana. En un canto en favor de la emancipación religiosa del hombre, el protagonista sale al escenario con un saco con las cabezas rapadas de Buda, Poseidón, Jesús y Mahoma y las coloca sobre unas sillas.

RETIRADA DE CARTEL La directora general de la Deutsche Oper, Kirsten Harás, decidió el pasado mes de septiembre retirar la obra del cartel de la temporada en Berlín ante la preocupación de la Oficina Federal de Investigación Criminal de que molestara a los musulmanes.

La respuesta de los dirigentes políticos, de la prensa y de la sociedad alemana no tardó en producirse. La cancillera Angela Merkel calificó de "intolerable" la suspensión de la representación. La prensa criticó con extremada dureza la medida por considerarla un intolerable ataque contra la libertad de expresión. Finalmente, la obra fue reprogramada de nuevo para los días 18 y 29 de diciembre.

La expectación suscitada ante el estreno ha sido enorme. Entre los presentes en la sala estaban el ministro de Interior alemán, Wolfgang Schaeuble, así como el ministro de Cultura de Berlín, Hans Neumann, y multitud de periodistas, incluyendo algunos llegados desde Turquía e incluso de un país con un régimen teocrático como Arabia Saudí.