Entre montañas de equipajes y el caos con el que los palestinos suelen aderezar los días importantes, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) abrió ayer por primera vez la terminal fronteriza de Rafá, única salida al mundo, a través de Egipto, que controlan directamente los palestinos. Según fuentes de la misión de observadores de la Unión Europea (UE), 830 personas cruzaron ayer hacia Egipto y 755 entraron en Gaza, en una jornada que se desarrolló sin incidencias destacadas excepto la aglomeración de gente en las apenas cuatro horas que la terminal estuvo en funcionamiento.

No fue suficiente para que todo el mundo que quería cruzar pudiese hacerlo, pero la UE y la ANP prefirieron reabrir la terminal lo antes posible, a pesar de que no está aún plenamente operativa, antes de alargar la espera de una población que aguardaba este momento desde el mes de septiembre. Sin duda, la sorpresa más grata que se encontraron los pasajeros fue que el proceso para cruzar la parte palestina de la frontera duró entre 10 y 20 minutos, frente a las horas de espera que suponía meses atrás cuando Israel gestionaba la frontera. Eso sí, la espera total fue de horas, ya que muchos hacían cola desde las ocho de la mañana y la terminal no abrió hasta el mediodía.

70 POLICIAS EUROPEOS En las próximas semanas, y a medida que se vaya completando el contingente de 70 policías europeos que forman parte del equipo supervisor --los 15 españoles, por ejemplo, aún no han llegado--, está previsto que la terminal abra 24 horas. Por el momento, sólo 15 observadores han llegado a la zona, procedentes de Italia, Dinamarca, Rumanía, Suecia y Luxemburgo. Mañana, por ejemplo, la frontera permanecerá abierta durante cinco horas.

La apertura es una gran victoria para el presidente de la ANP, Mahmud Abbás, alias Abú Mazen , que tras cinco años de Intifada por fin tiene un avance concreto que ofrecer a la población que pruebe que la vía negociadora que ha elegido para acabar con el conflicto funciona. El calendario no puede ser mejor, ya que en apenas dos meses --el 25 de enero-- Abú Mazen y Al Fatá afrontarán una cita crucial en las urnas con motivo de las elecciones legislativas, en las que participará Hamás.

LUCHA INTERNA A nivel interno, para Al Fatá las elecciones son el momento para dirimir la lucha entre la vieja y la nueva guardia. En las elecciones primarias celebradas el viernes, quedó claro que la vieja guardia pretoriana del difunto Yasir Arafat tiene todas las posibilidades de perder, ya que los candidatos reformistas --imprescindibles para enfrentarse con garantías de éxito a Hamás-- triunfaron en las ciudades cisjordanas donde se celebraron estas votaciones.

Espectacular fue la victoria en Ramala de Maruán Barguti, que cumple cinco cadenas perpetuas en Israel por terrorismo desde el 2002. Barguti ganó las elecciones internas con el 90% de los votos, una prueba más de que su popularidad en la calle palestina sigue intacta. Por si acaso, y para evitar falsas esperanzas, el ministro de Exteriores israelí, Silvan Shalom, se apresuró a recordar que "Barguti no será liberado porque es un terrorista condenado por delitos de sangre".