El diputado de CiU al Congreso, Jordi Xucl , vio revocada en la noche del viernes (madrugada de ayer en España) la orden de expulsión de Cuba que pesaba contra él como resultado de las presiones ejercidas por el Gobierno español. Xucl se ha convertido así en el único de los 14 políticos o periodistas europeos a los que, en los últimos días, el régimen de Fidel Castro decidió expulsar, que ha podido permanecer en La Habana.

Al igual que ocurrió con los otros expulsados, dos policías se presentaron en la mañana del viernes en el hotel donde se alojaba el diputado convergente y le condujeron al aeropuerto, donde iba a estar retenido durante 13 horas a la espera del vuelo de regreso. La espera, sin embargo, duró sólo ocho horas ya que, tras las gestiones de las autoridades españolas, Xucl fue autorizado a permanecer en el país, teóricamente a cambio de no asistir a la cumbre de disidentes, que concluyó ayer.

NOCHE EN LA EMBAJADA "Agradezco la gestión del Gobierno español", declaró ayer Xucl a este diario, que pudo ponerse en contacto telefónico con el diputado. El político convergente abandonó el aeropuerto acompañado del embajador español en La Habana y pasó la noche en la legación diplomática.

Fuentes del Ministerio de Exteriores español explicaron a este diario que el ministro, Miguel Angel Moratinos, realizó personalmente con su colega cubano, Felipe Pérez Roque, la gestión que permitió a Xucl quedarse en La Habana, informa Marco Schwartz. La ex senadora del PP, Isabel San Baldomero, y la de Unión del Pueblo Navarro, Rosa López, ambas expulsadas, ya estaban en el avión de regreso. Las dos insistieron ayer en que fueron a Cuba "de vacaciones". San Baldomero dijo que, pese a la expulsión, el trato de las autoridades cubanas fue "correctísimo".

DERECHO DE REUNION "Creo que tengo todo el derecho a hablar y a reunirme con las personas que en Cuba creen en el pluralismo y los derechos humanos", señaló ayer Xucl por teléfono desde La Habana.

Madrid restó ayer importancia al hecho de que no fuera el embajador cubano, Alberto Velazco, sino otro miembro de la legación, el que fuera al ministerio cuando Velazco fue requerido para explicar las expulsiones.