El presidente de EEUU, George Bush, conmemoró ayer el primer aniversario de la guerra que lanzó contra Irak --sin autorización de la ONU--, celebrando "el día de la liberación". "¿Quién preferiría que las cámaras de tortura de Sadam siguieran abiertas?", se preguntó ante los representantes diplomáticos de 84 países, incluida España, que acudieron a la Casa Blanca.

El presidente sólo mencionó muy de pasada las armas de destrucción masiva, supuestamente en poder de Sadam Husein, sobre las que justificó la guerra, que ha costado ya 569 muertos al Ejército de EEUU, además de críticas. De hecho, en Los Angeles hay un memorial en el que 560 pares de botas representan a soldados de EEUU muertos en Irak desde el inicio de la guerra.

"Para los terroristas, la conexión entre el futuro de Irak y la continuación de la guerra contra el terror es muy clara", recalcó, tras afirmar que "cualesquiera que fuesen sus opiniones pasadas, cada país tiene ahora interés en un Irak libre y estable". Bush trataba así de enterrar la oposición del frente de paz europeo contra la guerra. "No le fallaremos al pueblo iraquí, que ha puesto su fe en nosotros; cueste lo que cueste lucharemos para asegurar el triunfo de la libertad en Irak", prometió.

Mientras Bush hablaba frente a los embajadores, en el país afectado, el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, viajaba a Bagdad por sorpresa. En su estancia de siete horas, Powell se entrevistó con el administrador estadounidense, Paul Bremer, y exhortó, en un discurso ante varios centenares de soldados y civiles de EEUU, a seguir luchando "por el pueblo iraquí, la democracia y los derechos humanos" frente a los "terroristas" que operan en Irak y en otras partes del mundo. Aun así, Powell advirtió de que quedan "duros días por delante" y reconoció que aún no hay acuerdo para el traspaso de poder, previsto para el próximo 1 de julio.

PROTESTA DE LOS PERIODISTAS La visita de Powell quedó deslucida por la protesta de ayer de los periodistas árabes, que criticaron la muerte el jueves de dos reporteros iraquíes de la televisión árabe Al Arabiya, en un control militar de EEUU en Bagdad. Los reporteros leyeron una nota de protesta poco antes de la rueda de prensa que ofreció el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, y abandonaron la sala.

También ayer, se supo que un equipo de la ONU especializado en la organización de elecciones llegará a Irak "dentro de 10 días", según declaró ayer un responsable de la coalición ocupante. El mismo responsable añadió que Lajdar Brahimi, el emisario de Kofi Annan, viajará a Irak varias semanas después.