Más de 2.000 responsables de laboratorios franceses de investigación presentaron ayer la dimisión de sus tareas administrativas como protesta ante la intransigencia del Gobierno conservador de Jean-Pierre Raffarin, que se niega a aumentar los presupuestos. El colectivo Salvemos la investigación , que desde principios de año lleva a cabo una recogida de firmas para protestar contra la falta de medios económicos y humanos, ha retado además al presidente Jacques Chirac con una masiva convocatoria para la manifestación prevista el 19 de marzo, dos días antes de realizarse la primera vuelta de las elecciones regionales.

Reunidos en una asamblea general en la sala de fiestas del Ayuntamiento de París, los investigadores optaron por plantar cara al Gobierno conservador, y en especial a su primer ministro, que había rechazado previamente las exigencias del colectivo tildándolas de "mercadeo".

Irritados desde hace tiempo por la sistemática reducción de los presupuestos, más de 2.000 directores de laboratorios hicieron realidad sus amenazas de dimisión de las tareas administrativas que forman parte de sus responsabilidades. No obstante no renuncian a sus puestos: continuarán con sus tareas de investigación y seguirán cobrando del Estado.

FECHA LIMITE Salvemos la investigación hizo un llamamiento al presidente Chirac para que intervenga y fuerce al Gobierno a acceder a las reivindicaciones más urgentes, como la transformación de 550 empleos temporales en fijos y el desbloqueo de los fondos congelados desde el 2002. El 19 de marzo es la fecha límite para evitar la crisis.

"Si para entonces el Gobierno y el presidente no han respondido de manera satisfactoria, organizaremos una gran manifestación de científicos a la que invitamos a todos los ciudadanos", declaró el portavoz del colectivo, Alain Trautmann.

A dos días de la primera vuelta de las elecciones regionales, una marcha masiva de batas blancas podría tener consecuencias difíciles de evaluar sobre la votación, en especial si se tiene en cuenta que la revuelta de los científicos cuenta con el apoyo de la opinión pública del país. Según un reciente sondeo, el 82% de los franceses consideran que la protesta es justificada.

El presidente de la Academia de Ciencias francesa, Etienne- Emile Baulieu, uno de los mediadores entre el Gobierno y los investigadores, aseguró, por su parte, que "la ciencia y los investigadores científicos no son una corporación". Baulieu confía en que el Comité Nacional sobre el futuro de la Ciencia en Francia, creado ayer, facilite el diálogo y haga propuestas concretas.