La comunidad mundial, representada en la Asamblea General de las Naciones Unidas, demandó categóricamente a Israel que pare la construcción del muro de separación que ha levantado en territorio palestino --Cisjordania--, y que proceda al desmantelamiento de la parte terminada, por ser ilegal.

La exigencia de la ONU se planteó, la madrugada de ayer, en una resolución aprobada por 144 de los 191 países que componen la Asamblea. El texto declara que el muro es "contrario al derecho internacional". Los 15 miembros de la Unión Europea votaron a favor de la resolución, que sólo rechazaron 4 países --Estados Unidos, Israel, Micronesia e Islas Marshall--, mientras que 12 se abstuvieron.

UNA FARSA

Las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes pero conllevan un fuerte peso moral. En este caso, el documento aprobado el martes demuestra el amplio apoyo con que cuentan los palestinos en este órgano de la ONU, al que acudieron después de que Estados Unidos invalidase con su veto en el Consejo de Seguridad una resolución similar, la semana pasada.

"Es una farsa humillante", dijo el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman, tras la votación, que se produjo después de largas horas de debates, durante la décima sesión especial de la Asamblea General sobre las actividades ilegales de Israel en los territorios ocupados.

El Gobierno judío sostiene que el muro tiene una misión defensiva, para proteger a Israel de los atentados de comandos suicidas que se infiltran en su territorio desde Cisjordania.

Los palestinos rechazan de plano estos argumentos y exigen que se desmantele "el muro expansionista", como lo denominó el delegado palestino ante la ONU, Nasser al Kidwa. Además, denunció "la anexión, de hecho, de extensas áreas de tierra palestina ocupada" que supone su construcción.

EEUU, que protege a Israel de toda condena en el Consejo de Seguridad pero no puede hacer lo mismo en la Asamblea General --en este foro no existe derecho de veto--, se alineó con el Ejecutivo de Ariel Sharon aunque con ciertas reticencias, ya que ha hecho públicas sus reservas en relación con la conveniencia del muro.

La Casa Blanca considera que su construcción pone en peligro las negociaciones para el establecimiento del futuro Estado palestino. En este sentido, las autoridades de Washington han intentado presionar a Israel para que detenga las obras del muro, amenazando con sopesar la suspensión parcial de 8.000 millones de euros en garantías de crédito concedidas al país israelí.

´LA HOJA DE RUTA´

La resolución aprobada por la Asamblea fue impulsada por un grupo de países árabes encabezados por los palestinos, y en ella se resalta que el muro "se aparta de la línea de armisticio de 1949".

El documento recoge también la "preocupación" de la Asamblea por las consecuencias que tendrá la construcción del muro, ya que perjudica "futuras negociaciones y hace físicamente imposible la solución de formar dos estados", tal y como prevé la llamada Hoja de ruta , el plan de paz para Oriente Próximo que patrocinan EEUU, la UE, Rusia y la ONU.

Una segunda resolución, que pedía la opinión del Tribunal Internacional de La Haya, fue abandonada por los países árabes por considerar que no tenía opciones de conseguir el apoyo mayoritario de la Asamblea.