EEUU tiene ya a punto los planes para la administración y reconstrucción de Irak, una vez eliminado el régimen de Sadam Husein, pues el presidente norteamericano, George Bush, se propone controlar total y unilateralmente el país, por medio de un Gobierno interino, encabezado por una personalidad civil estadounidense, quizá un ex gobernador estatal o un embajador, hasta la creación de un nuevo Gobierno "representativo" iraquí, según aseguraba ayer The Washington Post .

EL DESPLIEGUE MILITAR

Esta información se produjo coincidiendo con la confirmación, por parte del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, de que EEUU tiene ya tropas suficientes en el golfo Pérsico para atacar a Irak. "Si el presidente (Bush) toma la decisión, estamos preparados, y tenemos la capacidad y la estrategia para hacerlo", declaró Rumsfeld a la cadena de televisión PBS, en la madrugada del jueves al viernes. El Pentágono anunció ayer que el despliegue militar de EEUU llega ya a 200.000 soldados, incluidos los 98.000 estacionados en Kuwait.

Rumsfeld, uno de los principales halcones del Gabinete de Bush, repitió que "habrá una gran coalición, muchos países" participando en la guerra contra Irak. El Pentágono ha previsto diversos posibles escenarios que pueden producirse, desde la rendición en masa de las tropas de Sadam hasta el polo opuesto, el empleo por los soldados iraquíes de armas químicas o biológicas para repeler a los invasores, pasando por la lucha puerta a puerta en "la fortaleza de Bagdad". "Se han preparado planes para hacer frente a un amplio abanico de posibilidades, incluyendo las negativas", dijo el titular de Defensa.

NEUTRALIZAR LAS ARMAS

Terminada la guerra y derrocado el régimen de Sadam, el Ejército de EEUU, bajo el mando del general Tommy Franks, se encargará de mantener el control del país y su seguridad, de la detención en campos de concentración de los soldados iraquíes, y de la localización y neutralización de las armas de destrucción masiva de Bagdad. Los planes de Washington no contemplan una fecha límite para la presencia de las tropas de EEUU en el Irak posbélico, pero diversas fuentes militares citadas por el diario The Washington Post especulan con un plazo de cinco años.

Manteniendo un control férreo sobre Irak tras la derrota de Sadam, Washington sólo permitirá la participación de los grupos de oposición iraquíes como meros asesores, y ha advertido ya de que no reconocerá al Gobierno provisional que estos opositores, como el Congreso Nacional Iraquí, están preparando. No obstante, EEUU formará un "consejo consultivo" integrado por 20 ó 25 iraquíes para ayudar a la administración civil estadounidense instalada en Bagdad por la fuerza de las armas. Además, creará sendas comisiones de iraquíes para establecer de nuevo el sistema judicial y redactar la nueva Constitución.