La tensión suscitada por el programa nuclear de Corea del Norte subió ayer varios grados con la amenaza del régimen estalinista de Pyongyang de realizar ataques preventivos y replicar con "represalias sin piedad" a cualquier intervención militar de Estados Unidos.

Enmarcado en el eje del mal por el presidente norteamericano, George Bush, el anuncio de la reactivación de sus instalaciones nucleares para producir electricidad desencadenó el miércoles la alerta en su vecino del sur, en Japón y en Estados Unidos.

En Washington, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, fue muy claro: las fuerzas norteamericanas pueden responder a la crisis nuclear si es necesario, a pesar de los preparativos para una posible guerra contra Irak. Con esta idea, el Pentágono, que considera la situación "peligrosa", anunció el miércoles el envío de tropas a la zona de bombarderos para demostrar que Pyongyang no tendrá las manos libres. "Hemos escuchado muchas cosas de Corea del Norte. Pero, evidentemente, EEUU está preparado para afrontar cualquier eventualidad", aseguró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.

"GUERRA ABIERTA"

La respuesta norcoreana al despliegue militar norteamericano fue contundente. El vicedirector de asuntos norteamericanos del Ministerio de Exteriores de Corea del Norte, Ri Pyong-gap, afirmó, según recogió la BBC, que "los ataques preventivos no son un derecho exclusivo de Estados Unidos". El diario gubernamental Rodong Sinmun advirtió de que "cualquier ataque norteamericano contra nuestras instalaciones nucleares reservadas a fines pacíficos provocará una guerra abierta". "Responderemos a los ataques con represalias sin piedad y a la guerra, con la guerra", añadió el diario oficialista.

El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, reiteró su deseo de que las autoridades norcoreanas pongan fin a su programa nuclear. Pero un portavoz del Ministerio de Defensa de Tokio desmintió las informaciones según las cuales su país se disponía a enviar dos destructores equipados con un sistema de detección sofisticado Aegis para situarse frente a la península coreana, informa France Presse.

Según fuentes norteamericanas, el régimen estalinista puede reiniciar los ensayos de misiles, algo preocupante para sus vecinos japoneses. En 1998, Corea del Norte lanzó un misil balístico sobre Japón, para luego declarar una moratoria.

INTENTO DE MEDIACION

La inquietud no es menor en Corea del Sur, que ha intentado mediar en esta crisis nuclear. El Gobierno de Seúl no emitió ninguna respuesta oficial al anuncio de la reactivación del reactor nuclear de su vecino del norte.

Seúl está a sólo una hora de la fortificada zona desmilitarizada que divide la península. El embajador norteamericano en Corea del Sur, Thomas Hubbard, declaró: "Todos somos conscientes de que tienen capacidad para devastar Seúl y las zonas vecinas sólo con armamento convencional", informa Reuters.