El presidente de EEUU, George Bush, reforzó ayer el músculo militar de la nación y la lucha antiterrorista, en los Presupuestos generales para el año fiscal 2004, que comienza el 1 de octubre. El Pentágono recibirá un incremento del 4,2%, con una cifra que roza los 400.000 millones de euros (unos 66,5 billones de pesetas), en la que no está incluida ninguna provisión de gastos para la guerra contra Irak.

Además, Bush desea que el Congreso autorice también aumentos suplementarios anuales de 20.000 millones de euros (más de 3 billones de pesetas) para la defensa en los próximos cinco años, algo que "haría que sobrepasáramos incluso lo que gastábamos durante la guerra fría", comentó Steve Kosiak, del Centro para Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.

Si el presupuesto de Bush se acepta, el superministerio de Seguridad Nacional recibirá 36.200 millones de euros (6 billones de pesetas) para su tarea de proteger a los estadounidenses de la amenaza terrorista, con especial énfasis en el bioterrorismo.

La falta de fondos para la guerra con Irak se debe a que "esperamos ardientemente que no se produzca", dijo ayer Mitchell Daniels, director de la Oficina de Presupuestos de la Casa Blanca. "Por tanto, no sería natural que incluyésemos los costos de un conflicto que Sadam Husein puede evitar", explicó Daniels.

El Congreso debe aprobar el presupuesto presentado por Bush, del que un 13,5% va a parar a la defensa. Los gastos nacionales incluyen un ingente déficit de 304.000 millones de euros (50,5 billones de pesetas), prueba clara del empeoramiento de la economía desde el 2000.