Ya tenemos más de 300 voluntarios en Madrid :: Prensa Ibérica

Centenares de carteras y carteros de la empresa postal pública llevan la comida y la cena al personal de los hospitales de varias ciudades españolas

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Beatriz García

Cuando el pasado 13 de marzo se comunicó en Madrid que todos los bares y restaurantes debían cerrar sus puertas al público, en la cabeza de Hugo Rodríguez y su socio Jorge Blas, fundadores de las pizzerías Grosso Napoletano ya se había cocinado una idea. La de seguir haciendo sus pizzas para enviárselas al personal sanitario de los hospitales de Madrid. Desde entonces de los hornos de sus restaurantes han salido cientos de pizzas. Pero su iniciativa no se quedó ahí, sino que se propagó rápido por las redes sociales –el boca a boca del siglo XXI–, entre el sector de la restauración que se sumó a esta misión de preparar gratuitamente la comida y la cena para los sanitarios.

Francisco J. Mármol es uno de los voluntarios de Correos que cada día llevan gratuitamente la comida y la cena al personal sanitario de los hospitales.

Tres semanas después ya son más de 100 restaurantes, cadenas y empresas de alimentación y bebidas de varias ciudades españolas unidas en este frente común de hacer posible que las personas que día a día lo dan todo en los hospitales puedan hacer un alto en su trabajo y reponer fuerzas. En este tiempo se han repartido ya varias toneladas de comida, lo que plantea un importante reto organizativo y logístico que se ha solventado, tal y como explica Hugo Rodríguez, “gracias a la voluntad de muchas personas” aportando su granito de arena, cada uno en la medida de sus posibilidades. Desde su prima Manuela Prado que con sólo 18 años y sin moverse de casa está encargándose de coordinar toda la logística para recibir y distribuir los alimentos y coordinar los grupos de Whatsapp de los distintos hospitales (“¡Para que luego digan que los jóvenes no se implican!”, exclama Hugo), a repartidores autónomos que ofrecen sus servicios desinteresadamente o a grandes corporaciones como Correos que rápidamente se sumó a la iniciativa, poniéndose al servicio de la idea solidaria #Food4Heroes.

Vocación de servicio

Correos, ante la delicada situación que estamos viviendo a raíz de la pandemia de la covid-19, en su vocación de servicio público y compromiso con la sociedad, asumió el desafío que la emergencia reclama para hacerse cargo de las entregas. Para ello, día a día, centenares de carteras y carteros voluntarios de la empresa postal pública están llevando la comida y la cena al personal de los centros sanitarios de Madrid, Zaragoza, Valencia, Murcia y Barcelona uniéndose así a la iniciativa solidaria surgida de los restauradores madrileños y que se ha ido propagando por otras ciudades.

Compromiso

Correos, en su vocación de servicio público, colabora en la situación de emergencia haciéndose cargo de las entregas de comida

Paralelamente han surgido otras iniciativas altruistas similares, como #GastroAplauSOS, en Zaragoza, que congrega a varios restaurantes de la ciudad y que también cuenta con la colaboración de los voluntarios de Correos, gracias a los cuales ya se han entregado alrededor de 700 cenas en los diferentes hospitales zaragozanos.

Voluntarios repartiendo alimentos en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Gracias a personas como ellos y a voluntades como la de Correos y el equipo de Grosso Napoletano, esos médicos, enfermeras, auxiliares y personal de los hospitales a los que cada día aplaudimos desde los balcones reciben todo lo que necesitan para seguir adelante. “Repostería, pizzas, hamburguesas, ensaladas, tortillas del bar de la esquina, ensaladilla rusa, yogures, agua, refrescos… –enumera Hugo Rodríguez–. Todo el mundo quiere aportar lo que tiene, está llegando una variedad enorme de productos, incluso hay particulares que se ofrecen para cocinar en sus casas, pero tenemos que rechazarlo debido a los protocolos sanitarios”. Lo cuenta con emoción y entusiasmo, y añade una reflexión: “Estamos volviendo a nuestros orígenes como sociedad, como españoles siempre hemos sido muy de ayudarnos los unos a los otros, de ofrecer al de al lado lo mucho o poco que tengamos”.

Esa misma vocación es la que mueve a Correos, que quiere agradecer públicamente la solidaridad de sus voluntarios y se siente orgullosa de ayudar en este proyecto, contribuyendo con lo mejor que tiene: el compromiso y vocación de servicio público que están demostrando cada día sus trabajadoras y trabajadores cuando la sociedad española más los necesita.

Voluntarios: los otros héroes

En todo este engranaje solidario, los voluntarios de Correos son un eslabón esencial. Ellos pasan por los restaurantes a recoger la comida y la llevan a los hospitales, donde normalmente la entregan en las puertas de urgencias donde los propios sanitarios salen a recogerla. Siempre respetando a rajatabla los protocolos de protección. Francisco J. Mármol es uno de esos empleados de Correos que se encarga de llevar la cena a los hospitales de Zaragoza. En estas circunstancias, “todas las manos son pocas”, afirma. ¿Qué es lo que le motivó a prestar su ayuda desinteresada? “Poder prestar un servicio que lleva un paréntesis en medio de todo este sufrimiento a las personas que con su esfuerzo están luchando en primera línea para solucionar esta situación en los centros hospitalario”. No busca otra recompensa que saber que está prestándoles su apoyo: “Sientes que les estas ayudando a sobrellevar parte de la carga emocional de esta situación durante un breve pero especial momento”, asegura Francisco.

José Miguel Alonso Alvir es otro de los voluntarios. Varios de sus familiares han estado muy enfermos con Coronavirus y él quiere aportar su granito de arena. “La recompensa es ver la cara de felicidad del personal sanitario cuando llegas con las comidas y las cenas. Cuando llegué ayer a uno de los hospitales salieron unos 20 sanitarios y celadores a aplaudirme y no paraban de darme las gracias. Me siento feliz y contento realizando está labor”, asegura.