Quirófanos del futuro: Entrevista al Dr. Antonio de Lacy :: Prensa Ibérica

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Entrevista al Dr. Antonio de Lacy

Dr. Antonio de Lacy

Director del Instituto Quirúrgico Lacy, dentro del Hospital Quirónsalud Barcelona

Fundador de AIS Channel, la plataforma online líder mundial en educación médico-quirúrgica

¿Cómo está contribuyendo la robótica a conseguir una cirugía menos invasiva?

Es un tema muy interesante. La robótica aparece hace ya muchos años con el primer robot (Da Vinci) para cirugía cardíaca, que es prácticamente un monopolio de una empresa. En su momento no tuvo ninguna trascendencia, la tiene más adelante en la cirugía urológica. Ahora estamos viendo que este monopolio se va a acabar porque van a entrar nuevas marcas y va a haber nuevos robots con nuevos beneficios. El beneficio más importante en mi especialidad es que acorta la curva de aprendizaje de los cirujanos.

¿Cuál es su implantación en su especialidad?

Nosotros lo utilizamos asiduamente, pero creemos que todavía los grandes beneficios en nuestra especialidad no han llegado y llegarán en breve. Estamos trabajando intensamente, no en crear un robot que al final es un manipulador, es decir, nosotros movemos y él mueve. En un futuro podremos hablar de la digitalización de la cirugía, y entonces daremos un paso más, el robot nos podrá decir por medio de lo que es inteligencia artificial si estamos cometiendo un error. Ayudará al cirujano a tomar unas decisiones y planteamientos al mismo tiempo que se podrá conectar con otros cirujanos expertos del mundo. Es un proyecto que tenemos en marcha: el cirujano en remoto.

¿El cirujano en remoto opera desde otro espacio físico?

Sí. Es algo que a la gente le llama mucho la atención y le parece extraordinario, de hecho, en 2001 se consiguió quitar la vesícula biliar desde Nueva York (Estados Unidos) a Estrasburgo (Francia). Fue un hito mundial, salió en todos lados, pero no se ha vuelto a repetir más. Esto es lo que querremos hacer en un futuro no muy lejano, ya se está empezando a trabajar en ello, pero no creo que sea de lo más importante. Tenemos que intentar mejorar la calidad de la cirugía, de la medicina, disminuir las complicaciones, mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Debemos intentar tener una visión un poquito más global de todos los pacientes, no de unos poquitos en concreto, sino que creo que esta conexión de operar un cirujano que esté en Barcelona a Singapur, está muy bien y pasará, pero será puntual, lo ideal, es que tú puedas hacer docencia de forma remota a muchos cirujanos.

¿Qué es la cirugía NOTES? ¿qué beneficios tiene para el paciente?

Cuando apareció la cirugía laparoscópica supuso una revolución, aunque muchos cirujanos no se subieron a ese tren y la criticaron de una forma impresionante. Poco a poco es una cirugía que se ha impuesto en prácticamente todo el mundo. Lo que ocurre es que, de repente, salió la cirugía NOTES, a través de los orificios naturales, y mucha gente que había perdido el tren con la laparoscópica no quiere que se vuelva a repetir, por eso muchos cirujanos se metieron en esta cirugía que en estos momentos está limitada a muy pocas patologías. Nosotros hicimos creo que la primera extracción de la vesícula biliar por la boca de Europa e hicimos la primera extirpación del mundo de un cáncer de colon a través de la vagina. Pero todo esto tiene sus limitaciones, primero porque por la boca es complicado porque hay que abrir el estómago, operar… y la cirugía transvaginal por definición solo se puede hacer en el 50% de la población. Lo que hicimos entonces fue focalizarnos mucho en la cirugía colorrectal a través del ano. El ano lo tiene el 100% de la población. Hace 10 años en Barcelona se hizo por primera vez en el mundo la cirugía en el recto a través del ano, y es muy útil porque disminuye el dolor, la complicación de las heridas…

¿Entonces se han tenido buenos resultados?

Excelentes. En estudios previos, la gente que tiene un cáncer de recto y que se opera con vías abiertas, laparoscópica o robótica, lo que llamamos ahora tradicional, tiene un 10% de posibilidades de quedarse con un ano contra natura, es decir, con una bolsa en la barriga de por vida. Con esta técnica hemos disminuido esta probabilidad a menos del 2%. Son cifras espectaculares.

Con esta técnica, ¿se puede operar a cualquier paciente o existe algún criterio de exclusión?

Nosotros lo llevamos haciendo desde 2011 en todos los pacientes, sin ningún criterio de exclusión.

Y a nivel nacional, ¿se hacen muchas intervenciones de este tipo?

No. Si usted compara con el volumen total de intervenciones que se hacen, la cifra es muy bajita. Creo que nuestro hospital en Barcelona es el líder en esta cirugía en el mundo y esto hace lógicamente que gente de todo el país siga estos pasos. La semana pasada, por ejemplo, estuvieron dos cirujanos de Asturias y dos de Sevilla para aprender esta técnica.

¿Cómo es la recuperación del paciente?

Es una intervención híbrida que combina la laparoscopia con la cirugía por los orificios naturales. Lo que sí le puedo garantizar es que los pacientes obtienen mejores resultados en cuanto a lo que es la recidiva de la enfermedad y en cuanto al postoperatorio del paciente. Más del 30-40% de los pacientes se van antes de los 3 días a casa.

Nosotros a partir del paciente 41 por cirugía transanal, decidimos que la parte de la laparoscopia la hiciese un equipo quirúrgico y la parte transanal la hiciese otro equipo quirúrgico. Es decir, dos equipos quirúrgicos operan a la vez a un mismo paciente y a esto le dimos un nombre, la vía de abordaje Cecil (en memoria del león Cecil cazado en Zimbabwe por Walter Palmer). Lo que logra es disminuir las complicaciones y sobre todo es que se puede operar un cáncer de recto, que lo normal es que se tarden unas 4 horas, por debajo de una hora y media.

La tecnología, además de cambiar la forma de intervenir quirúrgicamente, ha modificado la forma de enseñar a futuros cirujanos. ¿Qué posibilidades se abren en la actualidad?

A la persona que encuentre la forma ideal de educar a los cirujanos le tendrán que dar el premio Nobel. Nosotros lo que hemos hecho es pensar en posibilidades. Utilizamos la tecnología para hacer lo que llamamos la democratización de la cirugía. El mundo es injusto por definición. Es distinto nacer en un sitio que en otro. Solo el 3 o 4% de los cirujanos viajan por el mundo para aprender, el resto tienen que quedarse en sus hospitales porque sus medios económicos o sociales no le permiten viajar.

Por ejemplo, lo que nosotros intentamos es que cualquier cosa novedosa o que pueda servir para la educación llegue al 100% de los cirujanos del mundo a través de una herramienta gratuita. Yo tuve esta idea, en ocasiones criticada por gente, pero siempre tuve una cosa muy clara, que debía ser gratuita para todo el mundo, tanto para el pobre como para el rico. Todo el mundo tiene que tener posibilidad de acceso a educación en cirugía y esto es lo que se hizo a través de AIS Channel. Empezó hace unos años y ahora es la plataforma de educación más importante en cirugía del mundo.

A nivel de enseñanza, ¿Qué permitirá la telemonitorización?

La telemonitorización la empezamos a trabajar en su momento, lo que ocurre es que, si alguien quiere monitorizar una cirugía en tiempo real, existe una cosa que se llama delay, la latencia. Si vive al lado del estadio Santiago Bernabéu escuchará varios goles, pero el gol que escucha por la ventana del estadio no es el mismo y no va al mismo tiempo que el que escucha por la televisión de la cocina, ni el mismo que escucha por la radio. Esto son las latencias. Nosotros tenemos que recurrir a congelar la imagen para decir por aquí es por donde hay que ir. Cuando aparece el 5G, esto desaparece porque prácticamente no existe latencia. Y esto, por ejemplo, nos ha permitido en el último Mobile World Congress (MWC) de Barcelona dirigir por primera vez en el mundo una intervención quirúrgica a 10 kilómetros del hospital.