La Ciudad del Fútbol de Las Rozas (RFEF).
Más allá del terreno de juego

Cómo la RFEF ha conseguido triplicar su presupuesto en solo cuatro años

Scroll down.
  • Texto: Xavi Datzira
  • 16 septiembre 2022

La Real Federación Española de Fútbol se ha modernizado a un ritmo vertiginoso desde el 2018 y ha multiplicado sus ingresos desde la llegada del nuevo equipo de gobierno. Y mira al futuro con ilusión: acoger junto a Portugal el Mundial 2030.

Comparar periodos históricos suele ser complicado, pero en el caso de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) resulta muy sencillo. Y es que los números cantan. Desde la entrada hace algo más de cuatro de años del equipo de gobierno del actual presidente, Luis Rubiales, la entidad –que es de titularidad privada y no recibe subvenciones públicas– ha dado un vuelco evidente. Esto se manifiesta de forma clara en el incremento del presupuesto: de los 146 millones del 2018 a los 406 millones de euros previstos para el ejercicio del 2022. Y eso que ha habido una pandemia por en medio.


El plan trazado al inicio de la nueva etapa pasaba por diversos ejes: modernizar las estructuras de la federación, recuperar competencias propias, remodelar las competiciones y, sobre todo, maximizar los ingresos. Teniendo en cuenta la potencia de la Selección española y de unas competiciones como la Copa del Rey y la Supercopa de España (además del fútbol femenino, las categorías inferiores y el fútbol sala) podía parecer obvio, pero hasta ese momento no se había puesto en práctica. En cierta manera, es como si la RFEF no hubiera entrado en el siglo XXI hasta el 2018.

En apenas cuatro años, la RFEF se ha transformado por completo, incluso por encima de las expectativas. Se ha pasado de unos beneficios netos de algo más de 8 millones en el 2017 a los 32,8 millones del pasado ejercicio. Por eso Luis Rubiales definió este balance como “exitoso y único”. La Asamblea General Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol celebrada el pasado junio aprobó las cuentas del 2021 con un 93% de respaldo). También se aprobó la aplicación de ese resultado propuesto por la Junta Directiva: destinar ese beneficio al fondo social, que recibirá 2,8 millones de euros; y al nuevo fondo de contingencias, al que se le inyectarán 30 millones de euros.

Incremento por tres vías

Buena parte de estos números se explican por un aumento de ingresos, que ha venido de tres ámbitos distintos. Por un lado, el crecimiento de ingresos por parte de los patrocinadores, que en cuatro años ha crecido un 175,15%. Aquí destacan nombres como la operadora Finetwork, como socia patrocinadora principal de la RFEF, así como Adidas, El Ganso, Pelayo, Iberia, Halcón Viajes, Cervezas Victoria o Príncipe. A ellos hay que sumar una larga lista de colaboradores: Alimentos de España, Plátano de Canarias, Renfe, Seur, Sanitas, Artero, Bodegas Torres, APK, Wimu y Sierra de Cazorla. En el caso de la Selección española de fútbol femenino, Iberdrola continúa como patrocinador principal.


Así mismo, los ingresos por derechos audiovisuales han crecido en este periodo un 110,84%, mientras que los ingresos derivados de las competiciones (entre ellas el nuevo formato de Supercopa) ha experimentado el mayor crecimiento de este periodo: un 262,91%.

De Mundial a Mundial

¿Y el futuro? En primer lugar, hay un reto apasionante que vendrá en apenas dos meses: el Mundial, en el que España debutará el 23 de noviembre ante Costa Rica. Pero antes, sigue celebrándose la UEFA Nations League, con dos partidos el 24 y 27 de septiembre, contra Suiza (en Zaragoza) y Portugal (en Braga).


Y mirando un poco más allá, España es candidata a acoger el Mundial del 2030 junto a Portugal, en el que podría ser el colofón definitivo para España en universo futbolístico. Parece que hayan pasado siglos desde la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 1982 y de la aparición de Naranjito. De hecho, el fútbol español ya no se parece en nada al de entonces (ni tampoco las mascotas). Y no hay nada mejor que un evento tan inmenso como esto para demostrarlo al mundo entero.


De momento, las cosas pintan bien, si se tiene en cuenta que el propio Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, ha ratificado su apoyo incondicional a la candidatura con una declaración inequívoca: “Estoy seguro de que el Mundial 2030 se jugará en España y Portugal, dos países que sienten el fútbol”