Uno de los cursos de agua más interesantes del sur de la provincia de Córdoba es el río Anzur, que nace en el término municipal de Rute y cuyas aguas drenan el sector occidental de su territorio. Pero el origen del nombre que recibe este afluente del Genil queda lejos de las tierras de Rute, ya que debe su denominación a una fortaleza construida en la Edad Media, posiblemente en el siglo X, bajo la dominación musulmana. Los restos de esta fortaleza -actualmente sólo queda una torre vigía de grandes dimensiones- aún se conservan en la parte más septentrional de la Sierra del Castillo, cerca de la actual población de Puente Genil, cuyo escudo incluye una imagen de dicho castillo en reconocimiento a su importancia histórica. El río Anzur une sus aguas a las del río Lucena para entregarlas conjuntamente al Genil, conformando el paraje natural del embalse de Cordobilla y rodeando por el sur la sierra del castillo de Puente Genil.

Vamos a ocuparnos de su curso alto, del tramo ruteño del rio Anzur, desde su nacimiento hasta que sale de Rute, para continuar su plácido fluir por tierras de Lucena. Este río recoge las aguas de las estribaciones occidentales de las Sierras Subbéticas y nace cerca de la población de Zambra, en el famoso manantial del mismo nombre, al que dedicaremos un capítulo aparte. Podemos tener una primera aproximación a este curso de agua en la aldea del Nacimiento de Zambra, donde la carretera CO-8213 lo atraviesa por puente.

ÁLAMOS BLANCOS // En sus inicios, el río discurre acompañado de álamos blancos, sauces y chopos, que aportan unas tonalidades verdes muy destacadas entre la monotonía del olivar circundante. El paisaje se enriquece aún más con un reticulado de pequeñas huertas, si bien éstas pueden considerarse prácticamente en vías de extinción al verse afectadas por la crisis de la agricultura y el avance del proceso urbanizador.

El río lame la parte trasera de las casas del barrio del Prado, uno de los dos que conforman la población de Zambra. Aquí encontramos las ruinas del molino de las Tablas, uno de los muchos que aprovechaban la fuerza del agua de este río para moler el trigo. Si consultamos la edición del año 1909 de la hoja topográfica de Lucena, podemos comprobar que el término de Rute el curso del Anzur se acompaña de hasta 10 molinos harineros, aunque seguramente fueran algunos más, ya que, según el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz, de mediados del siglo XIX, solamente en Zambra había 18 molinos harineros. La mayoría de los molinos que figuran en el mapa lo hacen sin nombre, excepto cinco: además del citado molino de las Tablas, aguas arriba se localizan los molinos del Nacimiento, del Prado y de los Cipreses; y agua abajo, encontramos el molino del Vado. Casi todos prácticamente desaparecidos, barridos quizás por alguna de las riadas que de cuando en cuando provocan las crecidas del río.

OTROS ARROYOS // El siguiente acceso al río lo tenemos en la carretera CP-2033, que conduce al Cerrillo de Zambra. Al momento se le une un importante afluente, el arroyo de las Tijeras, al que vierte sus aguas el también interesante arroyo de la Fuente de las Cañas. En estos afluentes de cabecera encontramos algunas especies piscícolas interesantes, como el cacho y la colmilleja, además del barbo, frecuente a lo largo de todo el curso del río Anzur. Tanto Ramírez y las Casas Deza como Pascual Madoz apuntaban la pesca como uno de los aprovechamientos de este río a mediados del siglo XIX, incluso -como afirma Madoz- se pescaban anguilas.

Poco después, el caudal del Anzur es atravesado por la carretera A-331 (Lucena-Rute-Iznájar), cerca del kilómetro 15 y del restaurante denominado El Vado, punto estratégico por dos motivos: por aquí atraviesa una importante vía pecuaria, la vereda de Cabra a Rute; y también se le unen por su margen izquierda las aguas del arroyo Salado, de tal modo que comienza a cambiar la composición de sus aguas y también de la vegetación circundante, apareciendo, cada vez con mayor cobertura, plantas adaptadas a los ambientes salobres, como los tarajes.

La carretera A-331 acompaña durante un buen trecho al río Anzur, dejando a la izquierda el denominado cerro de las Cárceles, en cuyas empinadas y umbrosas laderas orientales -las que dan al río- se aferra un buen manchón de exuberante vegetación natural. En la plataforma que conforma la cumbre de este cerro se ha localizado un asentamiento prehistórico, apareciendo de forma superficial elementos de una industria lítica en sílex que se puede encuadrar en el Paleolítico Medio.