Este sábado recalan en la sala Ambigú de la Axerquía el grupo de tangos Malevaje, que andan inmersos en su gira Vino Amargo. Si 20 años no es nada, como cantaba Don Carlos Gardel, 35 años dan para mucho, y sobre todo bueno, y esos son los años que lleva Antonio Bartrina agarrado a un tango del que nunca se ha querido soltar. Todo empezó en el bar El Salero, en la calle Ballesta, en el madrileño barrio de Malasaña. Antigua bodega y después tablao flamenco que en los años 80 se convirtió en bar y sala de conciertos por donde desfilaron bandas como Los Coyotes, Gabinete Caligari o Los Elegantes.

En El Salero compaginaba Bartrina su oficio de reportero gráfico en la agencia Crono Press, con la de camarero y pinchadiscos. Siempre andaba cantando tangos, hasta tal punto que el dueño del local le ofreció que actuara en el bar, y sin dudarlo, Bartrina reunió a unos amigos, Edi Clavo, de Gabinete Garibaldi, Ramón Godes, de los Coyotes, y Fernando Gilabert, también de los Coyotes y único miembro, junto a Bartrina que queda de esta primera formación, y tras unos ensayos, se subieron a las tablas del Salero un 13 de febrero de 1984. Cuatro rockers de tupé castizo y patillas de hacha tocando tangos en plena movida madrileña.

El éxito de aquella primera actuación y de otras posteriores les llevó a entrar por primera vez en los estudios J.M. de Madrid el día de San Isidro de 1985 para la grabación de un mini LP que editó Tres Cipreses. Un año después ya estaban grabando su segundo disco y fue en ese momento, dándo los últimos retoques al disco, cuando conocieron al maestro Osvaldo Larrea, viejo tanguero argentino con el que fraguaron una sólida amistad. Larrea empezó a colaborar con su bandoneón en los siguientes discos, lo que supuso un punto de inflexión en la historia del grupo, aportando madurez y profundidad tanguera a los siguientes trabajos.

Y después de 35 años y 15 discos a sus espaldas, mañana vienen a Córdoba a presentar Vino Amargo, una gira que como ellos mismos cuentan es un homenaje a las músicas que han marcado sus vidas, a esos autores e intérpretes que les emocionan y a esas canciones que nos removieron las tripas. Cantará Bartrina boleros, flamenco, rancheras, canción francesa, rock y copla.

Todo ello, a su modo y con su acento, con ese personalísimo timbre en el que funde al chulapo y castizo madrileño con el tanguero argentino.

Interpretarán canciones como Vino Amargo, de Rafael Farina, que da nombre a la gira, La vie en rose, de Edi Piaf, No importa la razón, de Litto Nebbia o La ciudad no tiene límites, de Moris. Buen momento el que atraviesa Antonio Bartrina y los suyos. No solo en España son queridos, también tienen muy buen cartel en Francia y sobre todo Argentina, donde ya en el año 2006 recibió la Orden del Porteño.

Acompañan a Bartrina en esta gira su inseparable Fernando Gilabert al contrabajo y Fernando Giardini al bandoneón y guitarra. Cita imprescindible no solo para los amantes del tango, también para todos los que aprecian degustar buenas canciones de pellizco y sentimiento.

CÓRDOBA

AMBIGÚ DE LA AXERQUÍA

SÁBADO 2

22.00 HORAS