La actuación Rosalía marca la duodécima edición de la Noche Blanca del Flamenco, que tiene un absoluto protagonismo femenino y volverá a ofrecer una velada llena de muy diferentes propuestas dentro de las tendencias que ofrece actualmente este arte. Pero no cabe duda de que el concierto de la cantante catalana, que se ha ubicado en la plaza de toros debido a la magnitud del montaje y a las necesarias medidas de seguridad, ha sido la actuación que más expectación ha despertado. Y no es para menos considerando que llega a Córdoba en su punto álgido de popularidad. Tras el lanzamiento, el pasado mes de noviembre, de su segundo álbum El mal querer, título del tour con el que gira, Rosalía y Malamente, el single de adelanto del disco, se alzaron con dos Latin Grammy (Mejor Canción Alternativa y Mejor Fusión / Interpretación Urbana). A partir de ahí, la estela de Rosalía se ha extendido globalmente y los portales dedicados a los famosos en Estados Unidos y Canadá ya se refieren a ella como celebrity global.

Bailarinas enfundadas en un original y llamativo vestuario rodearán a la estrella catalana, que muestra su poderío escénico con coreografías clavadas a la perfección, en un macroespectáculo magistralmente estudiado en el que dará rienda suelta a las canciones de su último disco, además de incluir en el repertorio su nuevo single, Aute Cuture, que según está previsto, precederá el tra tra de Malamente, su gran éxito comercial.

Pero no solo de Rosalía bebe el evento flamenco cordobés, que arrancará, como es habitual, en la plaza de las Tendillas con la actuación del Ballet Flamenco de Andalucía. No es preciso abundar en el prestigio de esta formación, que ha recorrido el mundo desde su creación, allá por el año 1994, y que se ha enriquecido con la dirección y las escenografías de artistas como Cristina Cruces, María Pagés y Rubén Olmo, por citar a algunos, y de donde han emergido bailaoras y bailaores de la talla de Israel Galván, Isabel Bayón, Rafaela Carrasco, Rafael Campallo y otros muchos, que dejaron su impronta para que este ballet de todos los andaluces goce del reconocimiento de medio mundo.

A las 23.00 horas, en el Patio de San Basilio, dos bailaoras cordobesas, Lola Pérez y Mercedes de Córdoba, darán rienda suelta a su arte, que goza de un merecido prestigio refrendado por infinidad de reconocimientos, entre los que destacan los premios Nacionales que consiguieron en las ediciones del 2004 y 2001 y 2013, respectivamente. Las escenografías de ambas las confirman como sobresalientes también en sus colaboraciones con las grandes figuras del baile vienen enriqueciendo su trayectoria de forma notable. A la misma hora, en la plaza de la Juventud (Fuensanta), las cantaoras Remedios Amaya, que dejó hace tiempo el manejo de su barca, y Ángeles Toledano, presentarán Donde nace la lava. Un recital este en el que la madurez y la juventud se darán la mano en esta cita expectante a la que la voz gitana de la primera le dará respuesta este nuevo valor que es Ángeles Toledano, que recientemente obtuvo un gran triunfo en el undécimo Festival Flamenco de Córdoba que organiza la Peña El Rincón del Cante con el patrocinio del Ayuntamiento de Córdoba.

Al filo de la madrugada, cuando Rosalía desate a la pasión en la plaza de toros, al otro lado de la ciudad, en la Torre de la Calahorra, con el título Pies de Barro, la bailoara granadina Patricia Guerrero propone esta coreografía inspirada en un pasaje bíblico que nos habla de la fragilidad del poder, a pesar de su aparente fortaleza. Viene adornada por un buen número de premios, entre los que destacan el Compás del Cante Joven y el Max a la mejor interprete femenina de danza, conseguidos en el 2017, y Giraldillo al mejor espectáculo de la Bienal de Sevilla, que obtuvo en el 2016.

Media hora más tarde, a las 00.30, en el Patio de los Naranjos será protagonista la magia del sonido de dos guitarras, las del Dúo del Mar, compuesto por Marta Robles y Ekaterina Záytseva, Una perfección técnica tanto en la escuela clásica como la de flamenca que harán un homenaje a compositores y creadores e intérpretes flamencos de la talla de Sabicas y Paco de Lucía, y de clásicos entre los que destacan Albeniz y Manuel de Falla.

A la misma hora, en la plaza de San Agustín, el espectáculo La Mujer en el cante tendrá su protagonismo en dos cantaoras gitanas de raza: La Macanita y María Terremoto. Podemos decir que son las que enarbolan el estandarte flamenco que han heredado de las gargantas de Tía Añica La Piriñaca, La Paquera, María Soleá y Juana la del Pipa, entre otras. La fiesta está asegurada, y en la remodelada plaza resonará el eco jerezano de sus dos cantaoras más importantes.

Y a las 1.30 horas, en El Compas de San Francisco, cordobeses y visitantes tendrán la oportunidad de disfrutar de Rosario Montoya La Farruca. No hace falta decir que su genealogía y su recorrido sola o acompañando a su padre, el desparecido Farruco, y a su hijo Farruquito, la acredita como una bailaora temperamental y gitanísima. Avales más que suficientes para extasiarnos con la anarquía desatada de su baile.

Al borde las 03.00 horas, la plaza del Potro recibirá a la cantaora trianera Esperanza Fernández. Su larga trayectoria la acredita como una de las voces femeninas más importantes de hoy. Es muy conocida en Córdoba, en la que también su padre, Curro Fernández, era uno de los cantaores imprescindibles en el acompañamiento al baile del Concurso Nacional, allá por los años 70.