CÓRDOBA / Teatro Góngora / Viernes 3 / 20.30 horas

Sería hacia la mitad de la década de los ochenta cuando vi tocar por primera vez a Carles Benavent en vivo. Fue en un concierto de Dolores, el legendario grupo de Pedro Ruy-Blas, en un parque de Jerez. Haciendo gala de una gran simpatía, Benavent me dijo un «vamos a preguntárselo a Pedro» cuando me acerqué a él en un descanso para pedirles que tocaran Lina, uno de mis temas preferidos de aquel histórico grupo. Fue todo un impacto ver en directo la técnica personalísima de tocar a golpe de púa en el bajo Gibson de caja que ya llevaba años usando Benavent. Un músico al que muchos de nosotros ya seguíamos en su labor en Música Urbana, con el genio Joan Albert Amargós, Salvador Font, y toda aquella flamante hornada de músicos catalanes que habían surgido en Barcelona contrastando con el «todo vale» de la famosa Movida madrileña. Habían encontrado la riquísima veta sureña del flamenco y la habían adoptado y enriquecido fusionándola con el jazz. Algo que aún continúa en la actualidad, demostrando así la grandeza y universalidad de ambos géneros.

Benavent y Jorge Pardo, que también estaba por allí, son dos de los músicos más versados en este maridaje de jazz y flamenco complementarios del que fueron pioneros y a los que se les une más tarde otro pilar de la batería en este país, el artístico Tino Di Geraldo. Por separado y juntos llevan décadas exponiendo que la raíz musical andaluza es la que más identifica a España dentro y fuera de nuestras fronteras, subiendo peldaños en la consideración universal de arte, desmarcándose así de la convulsa y quizás irónica realidad política actual en este sentido.

Benavent y Pardo han recorrido el mundo desarrollando esta veta que descubrieron de la mano de Dolores, sobre todo, y más tarde de la mano del mismísimo Paco de Lucía, que reclutó e incluyó la flauta y los saxos de Pardo en cuanto que el flamenco empezó a flirtear con otras músicas. A pesar de su aparente eterna juventud, Pardo ha colaborado durante más de treinta años de carrera en grabaciones y conciertos con otros muchos grandes nombres, además de publicar discos como solista, considerándole uno de los más importantes saxofonistas y flautistas de jazz europeos.

El trío Benavent, Di Geraldo, Pardo surgió como continuación del anterior sexteto, en el que también estaban Carles y Jorge, que hizo historia en todo el mundo con una apoteósica gira desde Vitoria a Montreal. En aquel sexteto empezó a desarrollarse la improvisación sobre el soporte de la más rigurosa rítmica flamenca, con actitud jazzística, basada en las composiciones de Pardo y Benavent. Tras interesantísimas aventuras de ambos, se les suma Tino Di Geraldo y se da forma al actual magistral trío.

Di Geraldo es de padres asturianos, aunque nació en Toulouse (Francia). Durante la década de los noventa fue, con mucho, el batería más activo en España a ese nivel. No daba a basto entre conciertos y grabaciones con una larga lista de artistas, desde Luz Casal a Paco de Lucía. Poco a poco se introdujo de lleno en el terreno flamenco con Camarón, Diego Carrasco, El Pele y un sinfín de colaboraciones más. Los tres tienen una extensa discografía, tanto en solitario como con otros muchos artistas nacionales e internacionales. Como trío tienen dos discos, El Concierto de Sevilla y Sin precedentes.