DATOS

Aspectos del paisaje

El aspecto paisajístico de los membrillares de Carcabuey es muy diferente según la época del año en que los visitemos. Cuando llega la primavera se visten de bellas flores rosas, cuyos pétalos son consumidos a veces como golosinas; en verano el verdor intenso de las hojas transmite sensación de frescor, y apetece refugiarse su sombra; en otoño, al caerse las hojas, se quedan sólo los grandes frutos amarillos colgados del árbol, lo que le aporta un encanto especial; finalmente, en invierno, únicamente veremos los retorcidos y nudosos troncos de estos árboles de hoja caduca, despojados ya de hojas y frutos.

El responsable principal de la existencia de este sistema biológico de origen antrópico, único por su originalidad y cualidades biológicas, paisajísticas y agrícolas, es el río Zagrilla, y sus afluentes Palancar y Morisco, que, con sus cíclicas inundaciones, provee a estos árboles del limo y la materia orgánica necesaria para su desarrollo.

El sistema de cultivo consiste en mantener un gran número de pies por árbol y dejar que las copas achaparradas se toquen las unas a las otras, constituyendo un auténtico dosel vegetal, que en primavera y verano casi no deja pasar la luz. En consecuencia, bajo los membrilleros crecen plantas umbrófilas y a veces semiacuáticas, como ranúnculos, lirios y equisetos. En la orilla del río encontramos, además, nogales y árboles propios de ribera, como álamos y fresnos. Como no podía ser de otro modo, este ecosistema rico y diverso constituye el refugio de numerosas especies animales, como ruiseñores y oropéndolas, turones y comadrejas, o el raro musgaño de Cabrera.

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