Si las ganas de fiesta son directamente proporcionales al peso del bolsillo, algo raro pasa en El Arenal, donde ayer se vivió un martes de Feria algo inusual, considerando que siempre ha sido uno de los días más flojos en el que, más allá de los grupos de mujeres y los políticos que vienen y van de recepción en recepción, apenas se veía un alma en el real. Pero ayer había un motivo extra de celebración, el triunfo del Córdoba CF y el hecho de dar un importante paso para disputar las eliminatorias de ascenso a Primera División, lo que despertó el patriotismo del "gigante dormido" que es Córdoba, según el responsable de Infraestructuras de la caseta del equipo, Sergio García, que desde por la mañana preparaba el recinto para los que quisieran ver el partido lo más cerca posible de El Arcángel a través de una pantalla gigante instalada para tal uso. No pudo tener mejor estreno la caseta del club, ya que es la primera vez que se ubica en el real, igual que la de la Fundación Córdoba CF, que también se llenó de aficionados que hasta esta edición solo contaban con la de Los Forofos del Córdoba. Después de la emoción y la taquicardia, el triunfo desató la fiesta y un gran número de los casi 12.000 aficionados que vieron el partido en el estadio se lanzaron a celebrar el triunfo del equipo sin importar que hoy había que madrugar.

Pero mucho antes del decisivo partido de fútbol, en torno al mediodía, un caluroso Arenal --en el que se colocaban a marcha lenta los farolillos albero y rojo almagra destrozados por la lluvia durante el fin de semana--, recibía la ya clásica visita de grupos de mujeres ataviadas como manda la fiesta, que se lanzaban a olvidar por un día la "economía de guerra y los precios de la pechuga de pollo", según decía Rosa, una vecina del barrio de Levante que se divertía junto a sus amigas como cada martes de Feria, destacando que los trajes de gitana que vestían eran los mismos del año pasado, aunque "con algún retoque" que los hacía diferentes. De nuevo, la imaginación al poder. Por su parte, los políticos, agenda en mano, recorrían la calle Guadalquivir arriba y abajo para cumplir con todos los colectivos que ayer celebraron las clásicas recepciones a autoridades o entregas de premios. Y se notó que hay complicidad entre ambos (políticos y colectivos), ya que los horarios se adaptaron a las circunstancias y los actos se fueron celebrando a medida que las autoridades iban llegando, cada vez con más sofoco.

Otro gran número de feriantes que se dio cita ayer en El Arenal fueron los grupos de empresa que celebraban su comida de Feria. Entre bromas, flamenquines y algún potaje con garbanzos y espinacas que se atrevió a engullir más de uno, se olvidaban los recortes salariales y lo difícil que se está poniendo llegar a fin de mes. "Este año vamos de baratillo", decían los trabajadores de una empresa de Ciudad Jardín, confesando alguno de ellos que venía "comido de casa, por lo que pueda pasar, que luego te lías a beber y se te sube a la cabeza". Algo parecido confesaban algunos jóvenes abogados, pero estos porque eran tantos que resultaba difícil acceder al tapeo en su caseta llena a rebosar. Aunque había menos chicos gancho a la entrada de las casetas, algunos recintos mostraban por la tarde una estampa que hacía dudar que se trataba de un día flojo de Feria, aunque el concejal Rafael Jaén puede estar contento porque durante todo el día la banda sonora del real fueron rumbas y sevillanas que iban desde Melendi a Estopa, pasando por Los Marismeños o Los Cantores de Híspalis.

Pero como la Feria se cuenta según le va a cada uno, mientras que para Rafael Jaén la cita "va muy bien", incluso habló de "sábado histórico", refiriéndose al primer día, sin olvidar la "satisfacción de haber alcanzado el récord de parejas bailando sevillanas", para algunos caseteros la cosa va "fatal" debido a las pérdidas provocadas por la lluvia durante el fin de semana y no quieren ni oír hablar de acortar aún más la fiesta, a la que le quedan los grandes días. De entrada, hoy es el día de los estudiantes, de la "concentración de jóvenes" en el Balcón del Guadalquivir y de una calle del Infierno que, a la mitad de precios, hará funcionar todas sus atracciones a todo gas. Suerte y al toro. Y que el Córdoba CF llegue a Primera.